Pensilvania: Curas pederastas violaron y abusaron a más de 1000 niños

Algunos sacerdotes usaban los propios crucifijos como juguetes sexuales contra los pequeños, a quienes amenazaban y manipulaban.

Un jurado del estado de Pensilvania (EE.UU) divulgó los hallazgos de la mayor investigación sobre abusos sexuales cometidos por la Iglesia Católica estadounidense: 301 sacerdotes abusaron sexualmente de menores de edad en los últimos 70 años.

Los curas emplearon rituales religiosos, sí­mbolos de la fe y la amenaza de una eternidad en el infierno con el fin de tocar, abusar y violar a menores. Una conducta que el principal fiscal del estado calificó de "armamentización de la fe".

Los "sacerdotes pederastas" emplearon la propia fe de las ví­ctimas y su confianza en ellos como lí­deres religiosos para abusarlos y silenciarlos, según detalló un informe de 884 páginas sobre la investigación estatal.

Torturas

Un cura ató a una de sus ví­ctimas con cuerda dentro un confesionario en "una posición de oración", escribió el jurado investigador. Cuando el menor se negó a mantener relaciones sexuales, el enojado sacerdote empleó un crucifijo de 18 centí­metros (siete pulgadas) para agredirlo sexualmente.

Otra ví­ctima contó como un religioso usó una cruz de metal para golpearlo. Y en la rectorí­a de una parroquia, cuatro curas hicieron que un chico se desnudara y posara como Jesucristo en la cruz mientras le tomaban fotos, apuntó el reporte.

La víctima afirmó que todos se reí­an y decí­an que las imágenes serí­an utilizadas como referencia para "nuevas esculturas religiosas para las parroquias". Dos de los curas implicados en esos hechos cumplieron más tarde penas de prisión por abusar sexualmente de dos monaguillos.

Otro cura contó a un niño al que estaba acariciando que lo que hací­a estaba bien porque él era "un instrumento de Dios".

Aberrante

Según el informe, los curas también utilizaron el sacramento de confesión como una oportunidad para atacar a menores.

La investigación en seis de las ocho diócesis del estado de Pensilvania es la más amplia realizada nunca sobre abusos de sacerdotes católicos en Estados Unidos, según los defensores de las ví­ctimas.

Más de 1.000 menores, y posiblemente muchos más, fueron asaltados desde la década de 1940, según el informe.

La diócesis representa a alrededor de 1,7 millones de católicos.

"Depredadores en cada diócesis armamentizaron la fe católica y la usaron como una herramienta de su abuso", dijo el fiscal general de Pensilvania Josh Shapiro en una conferencia de prensa el martes al revelar el informe del jurado investigador, que documentó las acusaciones contra 301 sacerdotes durante siete décadas.

Solo dos de los sacerdotes han sido acusados de delitos como resultado de la investigación del jurado, aunque algunos fueron procesados en años pasados. Más de 100 han muerto y muchos otros se han retirado.

Los lí­deres de la Iglesia dicen que la mayorí­a de las ofensas ocurrieron en algún momento en el pasado y señalan que se adoptaron reformas importantes a partir de 2002 para salvaguardar a los niños.

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