El expresidente del fútbol español no podrá estar ligado al fútbol de ninguna forma. La batahola en su contra se gestó a partir del beso que le dio a la jugadora Jenni Hermoso tras la final de la Copa del Mundo.
Tras renunciar a la presidencia de la federación de fútbol de España, el dirigente insistió en justificar su acción.
A poco más de un mes del repudiable acto, el expresidente de la Real Federación de Fútbol de España dio un paso al costado. “Es evidente que no podré volver a mi cargo”, señaló.
Luego de que el dirigente besara en la boca y sin su consentimiento a Jenni Hermoso, finalmente decidió dimitir.
El director de cine opinó respecto a la polémica que sacude el fútbol español, señalando que “no fue como si hubiera quemado un colegio”.
Ángeles Béjar comenzó su protesta el lunes, pero este miércoles tuvo que desistir por petición de su hijo.
A través de las redes sociales se ha compartido un registro en el que la propia afectada comenta el suceso con sus compañeras.
La mujer se encerró en una iglesia para exigir a la jugadora Jenni Hermoso, que "mantenga la versión que tuvo al principio de los hechos".
Ángeles Béjar le pidió a la jugadora afectada que “diga la verdad”, y aseguró: “Mi hijo es incapaz de hacerle daño a nadie”.
El dirigente justificó su beso a Jenni Hermoso asegurando que fue “mutuo, eufórico y consentido”. Jugadoras, jugadores, equipos y hasta el secretario de Estado para el Deporte en España cuestionaron al presidente de la Federación.
Luis Rubiales, quien dirige a la Federación Española, tendrá que enfrentar una revisión por parte de la FIFA por eventuales infracciones a la “conducta decente”, insultos a través de “uso de gestos” y “desprestigio” al ente rector del fútbol mundial.
En redes algunos defienden que el gesto es involuntario, pero otros lo condenan al igual que a Luis Rubiales.
El cuestionado presidente de la Federación Española sumó un par de polémicas más en uno de los días más importantes en la historia del fútbol hispano.
