Mientras el actor aseguró que fue un proceso controlado con fines espirituales, expertos en salud advierten que este tipo de prácticas pueden generar graves consecuencias.
El actor Francisco Pérez-Bannen -conocido por sus papeles en Aquelarre o Amores de Mercado- desató un intenso debate tras revelar que realizó un ayuno de 72 horas “con fines espirituales y de sanación”.
Su decisión, respaldada por el bioquímico y experto en nutrición Hugo Viane, generó opiniones divididas en redes sociales y la advertencia de expertos en salud.
Pérez-Bannen explicó que se trataba de una práctica basada en la filosofía y la medicina oriental y que además “ha sido clave en la formación de Hugo Viane como deportista de alto nivel en varias disciplinas marciales”.
Por esto, se mantuvo sin ingerir ningún alimento sólido desde el sábado, 8 de marzo a las 18:00 hasta el martes, 11 de marzo a las 18:00.
Incluso, dijo haber estado oliendo un salmón para “alimentarse”: “Nunca había olido un salmón de esta manera. Está delicioso. Saciado por todas las bondades del salmón, pescadito”, comentó
Durante todo el proceso, se estuvo realizando chequeos médicos cada 24 horas con personal médico, además de realizar actividades que ayudarían a su sistema, como por ejemplo sumergirse en el mar para su sistema inmune, además de Taichi, autocuidado, autoconocimiento y nutrición solar.

Lo que dice la ciencia
Si bien Pérez-Bannen aseguró que estuvo monitoreado por una enfermera y que consumió agua, infusiones, sales minerales y algunas vitaminas, especialistas en salud advirtieron sobre los riesgos de este tipo de prácticas.
La doctora Lorena Salinas, nutrióloga de la Clínica Universidad de Los Andes, dijo a La Tercera que los ayunos prolongados no tienen sustento médico y pueden representar un riesgo para la salud.
Según explicó, la falta de ingesta calórica y de nutrientes esenciales puede llevar a deshidratación, alteraciones en el equilibrio de electrolitos, hipoglucemias, problemas renales e incluso desmayos.
Según la especialista, la difusión de estas prácticas sin la información adecuada puede exponer a poblaciones vulnerables, como niños, embarazadas o adultos mayores a distintos riesgos. Por ello, enfatiza en que cualquier cambio drástico en la alimentación debe ser supervisado por profesionales de la salud.
“Hay un consenso del punto de vista médico, es no recomendar a las personas hacer ayunos prolongados de esta manera en ningún caso”, cerró.