La película animada es el mayor éxito cinematográfico en la historia del país europeo y ya se iniciaron acciones para impulsar a la animación tras el histórico triunfo.
Gints Zilbalodis, director de la película animada Flow, regresó a Letonia con un recibimiento de héroe tras ganar el primer Oscar en la historia del país.
En el aeropuerto de Riga, capital de Letonia, una multitud esperó a Zilbalodis junto al productor Matiss Kaza. Y un coro interpretó el himno nacional en su llegada.
Luego, escoltado por la policía, el director asistió a un mitin nocturno en el Monumento a la Libertad, donde cientos de personas desafiaron el frío para celebrar el triunfo.
Con más de 320,000 espectadores en Letonia, Flow (Straume en letón) se convirtió en la película más vista en 30 años.
El impacto del filme ha sido tal que su icónico gato negro ahora es una escultura en Riga y su Globo de Oro se exhibió en el Museo Nacional de Arte, atrayendo a 16,000 visitantes. Por ahora no hay detalles si lo mismo ocurrirá con la estatuilla del Oscar.
El éxito ha llevado al gobierno a invertir 1 millón de euros en animación y a premiar al estudio Dream Well de Zilbalodis con 300,000 euros. Además, 150,000 euros se destinarán a la promoción internacional del sector