Jorge Millares lleva más de una década en la música. Reconocido con el nombre de LoostBeats, como productor trabajó con Chystemc y Jonas Sanche. Con el aka El Millare tiene tres discos editados con probablemente el rap más conscientemente flaite de Chile.
“Cuando era chico no sabía cómo se hacían las pistas. Una vez escuché a Los Tetas con una base de Los Iracundos, y ahí caché: Ah, así se hace esta hueá. Debo haber tenido como cuatro años. Después, a los ocho, vi en Cerro Navia al Astro haciendo pistas en Fruity Loops. Nunca se me olvidó ese nombre. Me marcó. Y me acuerdo que cuando mi papá salió del tarro, me compró un computador y me puse a buscar la hueá al toque”, cuenta en La Junta Plus el cantante Jorge Millares Constancio, más conocido como El Millare.
En una entrevista que data de hace 13 años, en el canal de Youtube La Kaza, un entonces muchacho de 16 años agregaba: “Desde los 8 años, más o menos, empecé a meterme en la música por influencia de mi tío. En ese entonces el loco grababa y tenía su grupo de rap allá en Lo Prado, y nosotros con un par de amigos también queríamos rapear. Pero no teníamos ni una puta pista, nada. Teníamos ganas, pero cero recursos. Y ahí empezó todo. Por eso me puse a hacer pistas, para poder rapear”.
“A los 12 o 13, ya estaba haciendo y subiendo pistas. A los 15 caché que podía venderlas, y a los 16 me empezó a ir bien, desde entonces no he tenido que trabajar en otra cosa para vivir. Hoy en día pago mi arriendo y mi luz con eso”, dice en LJP.
“Las ganas de rapear me llevaron a hacer pistas, pero fue difícil, al principio me quedaban como las hueas”, recuerda. En ese espacio reconoce a 9th Wonder, Dj Premier y otros Dj franceses como sus principales influencias.
Es que antes de El Millare, o en otra vertical artística de la misma persona, está LoostBeats. Como productor, Jorge ha colaborado con artistas como Zita Zoe, Chystemc y Jonas Sanche.
“LoostBeats es mi empresa, mi universo. LoostBeats no hace reggaetón, jamás va a hacer algo así. El Millare puede hacerlo, pero LoostBeats es 100% rap. Hoy en día cuando tengo suficientes pistas para vender, me pongo a hacer algunas para mí”.
En la entrevista del año 2012, Jorge reclamaba: “Hay una discriminación desde la vieja escuela, piensan que uno tiene menos vivencias, me miran en menos por mi edad, encuentro charcha esa hueá porque yo siento que en el hip hop no tiene que haber discriminación de ninguna clase”.
Por ese entonces, el artista solamente conocido como LoostBeats contestaba así a la pregunta de si algún día se animará a rapear. Fuma una calada de su cigarro y dice su premonición: “Cuando cumpla 18 me voy a poner a estudiar y ver la posibilidad de comprarme un micro para empezar a rapear. Algo me dice que tengo que soltar algunas cosas”.
“Durante muchos años hice pistas. Le vendí a muchos raperos connotados. Pero con el tiempo me di cuenta que lo que a mí me gustaba, lo que yo quería que pasara... no lo hacía nadie. Así que tuve que hacerlo yo”, cuenta en Gracias al Hip Hop.
En el año 2025, El Millare tiene editados 3 discos, “Tomen giles qls” (2012), “Entre lo consciente e inconsciente de mi rap” (2024) y “Rap ladronaje” (2024).
VIVIR CERCA DE LA REALIDAD
“Cuando era chico, mis familiares andaban todos con chaqueta de cuero, haciendo hueás, pero nadie sabía. Andaban piola. Ahora como que está de moda alumbrarse”, dice en La Junta Plus.
“En mi día a día no ando con una pistola. De cabro chico hice tonteras, pero nunca una agilada. Nunca estuve en la de menores por ejemplo. Pero mis amigos sí, mis hermanos chicos también”, cuenta en referencia a lo explicito de sus líricas.
“Yo quiero que la música registre lo que pasa en la calle como lo hace el cine. Que se sienta algo real. Que te den ganas de llorar, que te llegue. Quiero transmitir la vibra, el flaiterismo. Porque hay un sentimiento detrás. Tu papá o incluso tu abuelo puede haber sido picado a choro también. Hay cosas que trascienden generaciones”, teoriza.
“También hay que escribir sobre ver a las mamitas que lloran por sus hijos presos, de los papás que no tienen para comer y tienen que salir a paquearse. Eso tiene que estar en el rap”, agrega.
“A los raperos viejos quizás les molesta este “rap inconsciente” que estamos haciendo. Pero son cosas que tienen que pasar. Son cosas que hay que mostrar. El rap siempre ha sido de la calle. No puede faltar lo que está pasando ahora. Lo que les gusta a los cabros chicos, lo que persiguen. Ese trasfondo es más consciente de lo que muchos creen”, asegura.
“Está bien saberse las cinco ramas del hip hop, cachay. Pero no podís olvidarte de lo que le pasa a la gente en la calle. Lo que viven los cabros, cómo se cuentan las historias. Eso también es parte del rap. Tenía que pasar ahora que todos hacen un trap maldito. Había que hacerlo con el rap también”.
Jorge Millares hace un rap explicito, a ratos tosco, chocante para algunos. El Millare lo defiende así: “El rap no puede quedarse encerrado. Si hoy el género urbano está pegando, el hip hop tiene que saber integrarse. El rap también es urbano. No puede existir solo ese tipo de rap donde no se habla de lo que pasa en las calles. Está bien que exista ese lado, pero también tiene que haber otro que le hable directo a los cabros que están metidos en la volá, para removerlos”.
“La música es una responsabilidad grande. Cuando sientes que tienes la hueá por dentro, que tienes talento y constancia... no te puedes hacer el hueón, hermano. Y en mi caso no escribir de lo que veo sería hacerme el hueón. Ser uno más de esos que se hacen los conscientes, pero no hablan de nada”
En términos estéticos, editoriales, El Millare se posiciona junto a cantantes como Audigier y Kijote Tah: “Yo creo que el rap flaite va a ser bomba el 2025 y va a hacer que otros cabros pesquen pistas de rap y empiecen a tirar letras con vida, con calle”.
“La vida que he vivido me hizo tener una filosofía de rapero. Aprender de los más grandes, hacer el negocio que quiero y vivir de eso, a lo rapero. Antes rapeaba, pero hace tres años me saqué el estigma del rapero purista. Yo hago hasta reggaetón. La música es para ser libre, no para encerrarse. Si podís ser plástico, moverte como el agua, ¡dale nomás! Si hasta la inteligencia artificial está sacando temas. No es momento para quedarse esperando y dudando. Es momento de hacer cosas. Hay que ser atrevido”, decreta.