Ruidos repentinos en la cabeza al dormir o despertar, aunque inofensivos, generan angustia entre quienes duermen mal y son difícilmente diagnosticados.
¿Has escuchado explosiones mientras duermes? Pues, este extraño trastorno del sueño tiene nombre y apellido: Síndrome de la Cabeza Explosiva (EHS, por sus siglas en inglés).
Esta dificultad para dormir provoca que las personas escuchen ruidos fuertes, como explosiones o disparos justo cuando están quedándose dormidas o al momento de despertar. Si bien este fenómeno no causa dolor físico, sí es aterrador y angustiante para cientos de personas que sufren de trastornos de sueño.
A pesar de ser una condición benigna según consigna Journal Clinical Sleep Medicine, el EHS sigue siendo poco comprendido y difícil de diagnosticar, lo que puede llevar a confusión y diagnósticos erróneos.
A menudo, se confunde con trastornos más graves como epilepsia, migrañas o problemas psiquiátricos, pero puede tener otros significados.
¿Cuál es la verdadera causa?
El origen exacto del EHS no está claro, pero según destaca Instituto Nacional de Salud (NIH), escuchar explosiones o ruidos fuerte al dormir puede estar relacionado con alteraciones en el cerebro durante las transiciones entre el sueño y la vigilia, como disfunciones en el procesamiento de la atención o en los circuitos neuronales.
Es más, este fenómeno del sueño también se ha vinculado con factores como estrés, ansiedad y fatiga.
Aunque no se conocen pruebas específicas para diagnosticar el EHS, Infobae destaca que generalmente los médicos suelen realizar una evaluación clínica detallada para descartar otras posibles causas, como trastornos neurológicos. A veces se usan estudios como electroencefalogramas (EEG) para obtener más información.

Sin embargo, no existen pruebas objetivas para confirmar la condición, lo que hace que muchos pacientes no reciban el diagnóstico adecuado.
Tratamientos y control del trastorno
Aunque no existe una cura definitiva, el medio citado consigna que el tratamiento del EHS generalmente se enfoca en reducir la ansiedad.
Explicar que el trastorno es inofensivo puede aliviar mucho la preocupación de quienes lo sufren. En algunos casos, se han utilizado terapias como la estimulación magnética transcraneal o terapia cognitivo-conductual para tratar de reducir los episodios.
Aunque el EHS no representa una amenaza para la salud física, su impacto emocional es significativo.