Charlotte Holmes sufrió un infarto durante una consulta médica y estuvo clínicamente muerta por 11 minutos. Al volver, relató una experiencia celestial con música, flores y un emotivo reencuentro con su hijo fallecido.
Lo que comenzó como una consulta cardiológica de rutina terminó en un episodio que cambiaría su vida para siempre. Charlotte Holmes, una mujer de 68 años oriunda de Arkansas, Estados Unidos, asegura haber visitado el cielo tras sufrir un infarto que la dejó clínicamente muerta durante 11 minutos.
El hecho ocurrió en 2019, pero su historia volvió a captar la atención luego de una entrevista con el programa The 700 Club, donde compartió su impactante testimonio.
Según cuenta, todo comenzó cuando su presión arterial alcanzó niveles peligrosos: 234 sobre 134 por lo que fue trasladada de inmediato a una sala médica y poco después, su corazón se detuvo.
“Me dijeron: ‘Tiene que bajar, va a sufrir un derrame o un infarto’… y pasó lo segundo. Mientras me reanimaban, sentí que me separaba de mi cuerpo”, contó Charlotte, quien asegura que en ese instante salió de sí misma y pudo observar la escena desde arriba: su propio cuerpo sin vida, al equipo médico trabajando, y a su esposo, Danny, en la sala de espera.
Lo más impactante, según relata, fue lo que ocurrió después: “Pude oler las flores más hermosas que jamás haya olido. Luego escuché música. Cuando abrí los ojos, supe que estaba en el cielo”, afirmó.
“Todo en el cielo adora a Dios”
Charlotte describe el “más allá” como un lugar de paz absoluta, sin miedo ni dolor. “Pude ver los árboles, el césped y todo se movía al ritmo de la música. Todo en el cielo adora a Dios”, relató.
En su experiencia celestial, afirma haberse reencontrado con seres queridos fallecidos, incluidos sus padres, su hermana y varios santos. Todos se veían saludables, felices y llenos de luz.
Sin embargo, el momento más conmovedor llegó cuando, según relata, vio a su hijo, a quien había perdido durante el embarazo.
“Vi una luz tan brillante detrás de mis padres… y escuché a mi Padre Celestial decirme: ‘Es tu hijo’”, dijo entre lágrimas.
Su esposo, que en un principio dudó del relato, se convenció tras escuchar un detalle que le heló la piel: Charlotte describió flores en la sala, cuando en realidad no había ninguna. “En ese momento supe que realmente había estado en otro lugar mientras estaba inconsciente”, confesó Danny.
Charlotte asegura que regresó con un mensaje claro y esperanzador: “Soy la prueba de que hay vida después de la muerte. El cielo es más de lo que imaginan. Puedo mirarlos a los ojos y decirles con certeza que el cielo es real”, concluyó.