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Tres leyendas de terror para esta Noche de San Juan

Espíritus, el mismísimo Cola de Flecha y hasta tesoros protagonizan populares relatos.

Tres leyendas de terror para esta Noche de San Juan.

La Noche de San Juan es una fecha donde el paganismo, el cristianismo y hasta creencias indígenas se unen para celebrar el solsticio de invierno. Este 23 y 24 de junio marca el inicio de un nuevo ciclo para diferentes culturas y pueblos.

“En una época del año marcada por la oscuridad del invierno, esta celebración invita a encender pequeñas luces de esperanza, a través de rituales, creencias y tradiciones que nos conectan con la tierra, con la historia y con lo más profundo de la identidad popular chilena”, destacó Raúl La Torre, historiador y coordinador de Extensión Cultural de la Universidad de los Andes, a El Morrocotudo.

En el caso de nuestro país, existen distintos ritos y supersticiones que juegan con lo sobrenatural.

El Tué Tué: un visitante que nadie quiere tener en su casa

Cuenta la leyenda que, en la madrugada de este 24, este maléfico pájaro mitológico aparece alrededor de un viejo sauce.

Su trinado incesante marca su presencia y el mal augurio. Este tiene distintos nombres alrededor del país como Tué Tué, Diucón, Mandao, Chonchón, según consignó Radio Bío Bío.

Octavio Huaiquillan Meliñir, sabio de una comunidad pehuenche en Lonquimay, indicó lo siguiente sobre este “animal”: “Es una manifestación pura del demonio y del mal que está presente en todo lugar, independiente de la zona, día, cultura o pueblo”.

La guitarra y el diablo

Uno de los ritos más populares incluye a la música y al demonio.

Se detalla que si un o una valiente se ubica debajo de un árbol y soporta las manifestaciones de carácter demoníaco, el diablo le enseñará al sujeto a tocar este instrumento.

Sin embargo, solo se aprenderán las afinaciones transpuestas, es decir, las correspondientes a la guitarra campesina, consignó el sitio Miedópolis.

Y supuestamente, si se aprenden las 40 afinaciones, el diablo vendrá a buscarte.

Se dejan ver los tesoros

En zonas rurales, especialmente del sur, existe la creencia de que durante la Noche de San Juan es posible encontrar entierros escondidos, es decir, grandes tesoros.

“Los entierros o tapados pertenecen un poco al misterio, a la brujería, a las alucinaciones, en las que no faltan extraños aparecidos o luces que se corren”, expresó Oresthe Plath, folclorólogo y recopilador chileno, en su libro Folklore Chileno.

“Es sabido que, en los tiempos antiguos, no había bancos ni cajas de fondos, y el temor a los robos hacía que los valores se enterraran en hoyos en el suelo o en cavidades que se practicaban en los murallones”, agregó.

Asimismo, estos entierros daban señales de que estaban cerca, como con ruidos de cadenas o luces que cambian de lugar. Y al ser la Noche de San Juan una fecha donde los espíritus debilitarían su poder, sería más fácil llegar a estos tesoros.

Pero ojo, si un perro pequeño y un ternero están escoltando el lugar, significa que espíritus buenos resguardan el sitio. Por el contrario, si aparece un perro negro y amenazante, estos preciosos metales serían propiedad de una fuerza maligna, consignó El Diario de Futrono.

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