Hola, Doc:
En primer lugar quiero felicitarlo por su columna ya que me entretengo mucho leyéndola en mi trabajo, creo que usted es muy sabio en sus consejos y es por eso que recurro a usted.
Soy una joven de 18 primaveritas, alta, delgada, morena y muy linda... pero soy muy enamoradiza. Le cuento...
Hace más o menos un mes terminé con mi ex con el que duramos 9 meses. Fue muy lindo estar con él pero nunca pasó nada. La cosa es que mi mamá quiere que vuelva con él porque ella lo adora, se llevan muy bien ellos, pero yo no estoy ni ahí con él.
Entré a hacer mi práctica en una empresa "X" y conocí a uno de los guardias (por supuesto que es jovencito) él tiene 21 añitos y es demasiado bello y tiernucho, nos hemos conocido, hablamos mucho por teléfono, me dice que me ama y yo también, es todo un secreto eso si po... pero hace unos días le di un beso y no sé si seguir esto adelante. Él me gusta mucho y me encanta, él me dijo que me iba a esperar... pero no sé si creerle... ayúdeme ya que yo no quiero tener problemas en mi trabajo...
Se me cuida.
PREOCUPADA
Mijita:
La que tiene que cuidarse es usted y no yo. La noto demasiado inquieta, mejor dicho lanzada. Cuando empiezan los coqueteos e insinuaciones de los jóvenes por lo general son los hombres quienes pasan al ataque pero, en este caso, no fue así.
Me doy cuenta, además, de que es bien llevada de sus ideas como se refleja en el episodio del ex pololo. Este tiene que ser bastante especial, al conquistarse a la santa madre, aunque eso no le dio frío ni calor. Ya tenía metida en la cabeza darle el sobre azul.
Ahora está moviéndole la canasta a un guardia de la empresa donde hace la práctica y no ha perdido el tiempo. Lo tiene agarrado de la jeta y para demostrarle quién la lleva le dio manso trompazo, que dejó al pobre cabro con 41 grados de fiebre.
Aquí viene el mensaje. No se regale, cabrita. Los hombres cachan rápidamente cuando se debilitan las defensas de las féminas y atacan lanza en ristre.
Está poniendo en peligro su práctica.
