Cómo es ser fotógrafo del puma en Torres del Paine: “Siempre se piensa que es agresivo”

Fotógrafo publica libro sobre pumas en Torres del Paine. FOTO: Nicolás Lagos
Fotógrafo publica libro sobre pumas en Torres del Paine. FOTO: Nicolás Lagos

Nicolás Lagos ha dedicado buena parte de su vida a estudiar, fotografiar y conservar al gran felino de Los Andes. Durante 5 años registró a distintos individuos para En el Límite, libro que indaga y muestra a la especie desde todos sus ángulos.

Justo frente a sus ojos, a sólo unos 30 metros, ella se cruzó, tranquila; luego se estiró, y siguió su camino “como si nada”. Era una puma (Puma concolor) bien famosa en el Parque Nacional Torres del Paine y alrededores, conocida como “La Hermana” —a quien más honrosamente algunos le llaman “La Sarmiento” por el lago homónimo de la zona—, al ser la hermana de “Mocha”, una felina sin cola que protagonizó el documental de la BBC Patagonia: Earth’s Secrets Paradise (2015).

Aquella fue la primera vez que Nicolás Lagos (@nicolagos_s) fotografió a un puma en el Paine, durante el 2016: “No fue un encuentro tan impresionante en cuanto a comportamiento”, admite a La Cuarta, “pero fue el primero tan cercano para mí, y con un puma tan relajado”.

Así germinó En el límite: Puma Torres del Paine, obra que reúne notables fotos con detallada información sobre el gran felino andino. De ahí en adelante el proceso fotográfico continuó hasta el 2021, tomando los registros que conforman este libro de 220 páginas —que a fines del 2024 lanzó su segunda edición—, con toda clase de precisiones, desde el origen de la especie, morfología, comportamientos, papel ecológico y hasta individuos famosillos de la zona, considerando que se trata del lugar con más densidad de pumas en el mundo y los de mayor tamaño.

Eso sí, la historia de Lagos —ingeniero en Recursos Naturales Renovables de profesión y hoy de 41 años— con los felinos había comenzado mucho antes.

La primera vez que se topó con un puma en libertad fue en altiplano chileno, a más de 4 mil metros, durante el 2011, mientras andaba en busca de un lejano y mítico pariente, el gato andino (Leopardus jacobita). De pronto, desde lo alto de una ladera vio una figura “extraña”, alargada, en medio de un bofedal; tras dar una serie de grandes saltos, desapareció. Nicolás quedó paralizado, ni siquiera atinó a sacar su cámara. Poco después dimensionó lo que había ocurrido y pensó: “Vi un puma”.

Aquel, para quien hoy vive en Puerto Natales, sería sólo el inicio de una vida enraizada a la conservación, estudio y registro de este felino salvaje, habiendo sido incluso guía en terreno para producciones de la BBC, Netflix y National Geographic.

Memorias de un fotógrafo de pumas

El primer puma silvestre que vi en mi vida fue bien lejos de Torres del Paine, en el otro extremo de Chile. Estábamos trabajando con un colega, Rodrigo Villalobos, instalando cámaras para buscar puma y gato andino cerca de la localidad de Caquena, en la Región de Arica y Parinacota, cuando al mirar desde arriba de un cerro, hacia el fondo de la quebrada, vimos esa forma medio extraña corriendo, que no tenía materializada en mi cabeza. No era un zorro, ni una vicuña, ni nada parecido a lo que estaba acostumbrado en la zona. Su forma era demasiado alargada; desde arriba del cerro se veía como una salchicha gigante. Ahí quedé, embobado con esa “salchicha” que dio dos saltos y cruzó un bofedal para después, en diez segundos, desaparecer detrás de un cerro, corriendo como si nada a casi 4.500 metros de altitud.

“Rupestre” es una puma que marcó una etapa muy importante en mi relación con este animal. Ella es una puma muy famosa dentro del área de Torres del Paine, a la que tuve la suerte de conocer de cerca y acompañarla durante casi seis años mientras trabajé en Torres del Paine. A la “Rupestre” la seguí porque estuvo mucho tiempo viviendo justo en la zona donde trabajo, y siempre se aparecía; y porque en Dynasties II (BBC) teníamos la misión de seguirla exclusivamente a ella; el documental se trataba de la vida de una madre y su familia durante casi dos años; el seguimiento era casi exclusivo a ella. Ahora la tengo tatuada, así que me sigue acompañando y seguirá acompañando durante mucho tiempo.

Puma
Los cachorros de puma presentan manchas que desparecen con la adultez. FOTO: Nicolás Lagos

Por lejos mi encuentro más triste y emotivo con un puma ha sido relacionado con presenciar la muerte de un animal que admiras y amas. Después de que estos animales te han dado tantas alegrías y momentos inolvidables, verlos morir es algo que te entristece el alma.

Encuentros cercanos con pumas he tenido muchos, pero ninguno ha estado ni cerca de ser peligroso. Se piensa siempre que el puma es un animal agresivo, pero en realidad es extremadamente raro que un puma ataque al humano. He pasado miedo, sí, pero ni cerca de ser encuentros peligrosos. Da miedo porque para uno como humano existe ese miedo “intrínseco” a los grandes carnívoros, medio que por el hecho de ser un animal que si quiere te puede herir o matar; de por sí existe esa sensación al tenerlo cerca... aunque no hayan sido encuentros agresivos. Sucede más que nada al comienzo, con los primeros encuentros; después uno se acostumbra y le pierde ese miedo al darse cuenta que los encuentros que uno tiene son mayormente inofensivos.

Nicolás
El clima de Torres del Paine suele ser bastante rudo. FOTO: Dominic Oakes

¿Un puma que me haya hecho reír? Cualquier cachorro de puma. Es que son muy divertidos, uno podría estar horas mirándolos; son como unas pelotas de pelo que corren, se tropiezan, se creen grandes y feroces, pero no se dan cuenta que en realidad son tan tiernos como inofensivos.

Lo que más me sorprendió fue la primera vez que vi a varios pumas interactuando. En esa oportunidad eran seis pumas adultos, pero en otra ocasión estuve con nueve pumas en total compartiendo alimento, que de lejos se ven como si fuera una manada de leones africanos. Es un comportamiento cada vez más habitual de ver, pero que en su momento nos dejó a todos descolocados, porque siempre se decía que el puma era un animal solitario y que los adultos rara vez interactuaban, y que si lo hacían era para aparearse o pelear.

Una escena más bien de tensión: Llegó un puma a intentar alimentarse, y el puma que se estaba ya alimentándose al comienzo no se veía muy sociable, se mostró reacio, incluso un poco agresivo; hasta que finalmente lo toleró. No es como una invitación a almorzar, más bien es una escena de tensión en la que varios pumas logran finalmente alimentarse.

Pumas
Pumas jugando con su madre en Torres del Paine. FOTO: Nicolás Lagos

El mejor lugar de Chile —o del mundo— para ver pumas después de Torres del Paine es… los alrededores de Torres del Paine, jaja.

El lugar más insólito donde he visto un puma fue durmiendo en el costado de un matorral, literalmente a un metro de distancia de un sendero en Torres del Paine. Al menos unas seis personas pasamos al lado de este puma, sin percatarnos, ni siquiera imaginarnos, que podía estar ahí, tan cerca, tan a la vista y tan inmóvil. Pero ahí estaba, observando nuestras pisadas.

¿Una interacción curiosa de los pumas con otra especie? No se si será muy curiosa, pero me da curiosidad cuando a veces los pumas se quedan pegados mirando a los cóndores (Vultur gryphus) volar.

Puma
Madre puma carga a su cachorro mientas el resto la sigue. FOTO: Nicolás Lagos

Lo más gratificante de fotografiar pumas es estar ahí sacando las fotos, tener esa posibilidad de estar en el mismo ambiente, respirando el mismo aire y pisando el mismo suelo que pisan ellos, y tenerlos ahí al frente… eso es lo mejor.

Lo más difícil de fotografiar pumas es cuando está muy helado en Torres del Paine. Se me congelan las manos muy fácilmente, y los dedos no me responden, así que a veces ni siquiera puedo apretar el disparador porque mis dedos están dormidos.

Nicolás Lagos
Nicolás Lagos con sus binoculares en Torres del Paine. FOTO:

¿Mi foto favorita a un puma? Difícil escoger la favorita, pero creo que más que por la foto, por el momento vivido, una de mis favoritas puede ser la foto de portada de la segunda edición del libro, donde se muestra a “Rupestre” con sus cachorros, descansando plácidamente al atardecer. Para quienes estuvimos ahí en ese momento (Vicente, John y yo), la foto muestra exactamente lo que vivimos en ese momento. Habremos estado una hora avistando a esa familia, en un momento que fue tan tranquilo, contemplando y sintiendo una paz que sólo ese atardecer y ese momento nos pudieron entregar.

¿Una persona que admiro en la conservación del puma? Creo que cada vez somos más los que trabajamos en conservación de fauna silvestre y que tomamos esta misión de vida desde nuestros estudios universitarios; y dentro de ellos hay muchos a quienes admiro en cuanto a su conocimiento y a lo que han hecho por la conservación de los pumas. Pero lo que es más admirable es la gente que una vez estuvo del otro bando, que odiaba al puma o lo veía como una amenaza o un enemigo, y que hoy están trabajando por su conservación con uñas y dientes. Y dentro de ellos está mi amigo Mirko Utrovicich, de quien he aprendido muchísimo, y que espero que su trabajo y esfuerzo contagie a otros que hoy pueden estar en ese otro bando, persiguiendo y cazando pumas.

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Puma echado de espaldas a arcoíris. FOTO: Nicolás Lagos

¿Una amenaza para los pumas? Me preocupa la llegada al poder de gobernantes que no tienen ningún respeto con el medio ambiente ni la naturaleza. Me preocupa que sea cada vez más común que este tipo de personas vaya ocupando posiciones de poder y tome decisiones importantes que nos impactan a todos, y me preocupa aún más que haya gente que vote por estas personas, por gobernantes tipo (Donald) Trump, (Javier) Milei o (Jair) Bolsonaro, capaces de deshacer en un segundo todo lo que tanto ha costado avanzar.

Un hábito de los pumas que no deja de sorprenderme… No sé si me sorprende, pero cómo duermen me da ternura: se revuelcan, se acomodan, se estiran… Lo disfrutan tanto que hasta dan ganas de pegarse una siesta.

Cuando más se ve lo territorial en los pumas es en las interacciones de los machos alfa. Lamentablemente nunca he tenido la oportunidad de presenciar este tipo de encuentro en persona, pero me imagino que deben ser muy agresivos e impactantes.

Puma
Puma mira hacia el horizonte. FOTO: Nicolás Lagos

Mi sueño pendiente con los pumas no sé si se pueda cumplir, pero me gustaría saber con qué sueñan ellos.

Un misterio por resolver sobre los pumas: qué opinan de nosotros los humanos.

*Puntos de venta del libro, tapa dura, a $47.000 referenciales: Librería Libro Verde (Santiago); Remember Me (Puerto Varas); Librería Ex-Libris, y tiendas Venture, Ñandú y Centro de visitantes Cueva del Milodón (Puerto Natales); hotel El ovejero (Cerro Castillo); Librería Marangunic y tienda de Parque del Estrecho (Punta Arenas); y online por Libro Verde y Mercado Libre.

Puma
En el Límite, el libro de Nicolás Lagos sobre los pumas en Torres del Paine.

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