A 100 años del primer cruce en avión por Los Andes

Revivimos la proeza del oficial de la FACh, Dagoberto Godoy, quien fue el primer hombre en sobrevolar la cordillera desde Santiago hasta Mendoza.

Con frío, tras soportar 20 grados bajo cero, y aterrizando de emergencia por falta de combustible, se llevó a cabo el primer cruce en avión entre Chile y Argentina. La hazaña realizada por el teniente de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) Dagoberto Godoy, en 1918, conmemoró ayer un centenario.

El hombre, de solo 25 años en aquella época, se subió a su frágil avión Bristol, hecho de madera y recubierto con tela, despegando desde la base El Bosque. "La soledad, el silencio impresionante de la cordillera, que sólo perturbaban los 110 caballos de fuerza del Bristol, me traen los recuerdos de Chile, que iba quedando atrás", escribió en su bitácora de vuelo.

Tras soportar las bajas temperaturas, la falta de oxígeno y fuertes turbulencias, el teniente Godoy se da cuenta de algo peor: se estaba quedando sin combustible. "Sin bencina, el Bristol descendía cada vez más y más. Pasaba al ras de los techos, casi tocándolos. ¿Qué hacer? Sólo buscar un sitio donde aterrizar", escribió el prócer.

A eso de las 7 de la mañana, y tras 2 horas de vuelo, Godoy aterriza de emergencia su aeronave, estrellándola sobre un llano, pero saliendo ileso de ella. Misión cumplida, era el primer hombre en cruzar la cordillera en avión.

Nace un héroe. El hito fue recordado tanto por Chile como Argentina, cuyas autoridades se reunieron en la base aérea El Plumerillo en Mendoza, para recordar a Godoy y a Luis Candelaria, el primer argentino en hacer la misma travesía el mismo año.

"Esta hazaña es tremendamente importante, ya que permitió partir acercando nuestros pueblos desde el aire. Además, fue un hecho que básicamente estos dos aviadores beneficiaron a la modernidad de los países y su desarrollo, además de demostrar el nivel de amistad que existe entre ambas Fuerzas Aéreas", explicó el comandante en jefe de la Fach, general del aire Arturo Merino Núñez.

Tras la ceremonia, las autoridades chilenas subieron a un Hércules C-130 y volvieron a Santiago, pasando y viendo lo mismo que hace 100 años recorrió Dagoberto Godoy, claro que esta vez de manera más segura y cálida.

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