Buscaban pagar millonaria deuda médica: pareja de antofagastinos desistió de rifar su domicilio por baja venta de números

En prácticamente un año sólo lograron vender 700 de los 10 mil números que se habían propuesto. “Decidimos devolver el dinero, porque realmente no se pudo”, explicó el padre de la familia.

El drama familiar de los Rivera Tapia inició en agosto de 2020, plena pandemia, cuando Gregorio Rivera, el padre, debió someterse a una operación de urgencia como consecuencia de una necrosis en uno de sus pies. La crisis sanitaria lo complicó todo: no había chances de realizar la cirugía en el Hospital Regional de Antofagasta, por lo que debió atenderse en una clínica privada.

El plan inicial preveía una internación de cinco a siete días como mucho. Sin embargo, una serie de complicaciones no presupuestadas obligaron a que la estancia de Gregorio se extendiera hasta los 22 días en el recinto. Eso se tradujo en una terrible deuda: 33 millones de pesos.

Sin el dinero para cancelar dicha cifra, la familia Rivera Tapia tomó una decisión radical: rifar su vivienda. Un domicilio ubicado en el norte de la ciudad, con “3 pisos, con 97mts2, totalmente regularizada”. 20 mil pesos costaba cada número. “Tenemos la esperanza de que nos ayuden”, decía por entonces Ruth Tapia, esposa de Gregorio.

Sin embargo, cuando llegó el momento de llevar a cabo la rifa, a fines de diciembre de 2021, decidieron aplazarla. ¿El motivo? El lento avance de la venta. Se propuso fijar como nueva fecha marzo de 2022. Pero de nuevo ocurrió lo mismo, y ahora, en julio, última fecha propuesta para el sorteo, finalmente la familia desistió.

Es que apenas habían vendido 700 de los 10 mil números disponibles para cubrir la propiedad, por cierto, avaluada en 98 millones de pesos. Claro, hasta ahora los montos no cubrían ni siquiera una cuarta parte del total.

Por eso, “como estaba muy pobre la venta, decidimos devolver el dinero, porque realmente no se pudo. Se trató por todos los medios, se fue a Santiago, se hizo cada cosa, entonces hay que ver que la situación no está muy buena, y decidimos devolver el dinero, como corresponde”, explicó Gregorio Rivera.

“No se llegó a la meta, pero la verdad de las cosas es que en un principio estábamos luchando para que esto saliera, y la reacción de las personas ha sido excelente, muy buena”, dijo por su parte su señora, Ruth Tapia.

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