Cristiano Ronaldo: el lado humano del mejor futbolista del planeta

La actitud competitiva y petulante de Cristiano Ronaldo en la cancha, hace pensar que su vida transcurre con el mismo boato y lujo de los futbolistas millonarios que imponen modas y tendencias.

Nada más alejado de la realidad. La vida familiar, el exceso de excentricidades y una consistente preocupación por los más necesitados; rodean la vida del mejor jugador del planeta.

El lusitano es hijo de María Dolores dos Santos Aveiro (una cocinera) y José Dinis Aveiro (un jardinero municipal). Una familia de raigambre muy humilde en la isla de Funchal, en Portugal. Un origen que ha marcado su trayectoria de por vida. La estrella de Real Madrid tiene cuatro hijos (los tres primeros mediante embarazo subrogado) y la relación que ellos tienen con la abuela Dolores.

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Tampoco pierde el sentido del humor frente a los requerimientos de su niños. Recordada es la ceremonia de entrega del Balón de Oro 2015, cuando el propio "CR7" le confesó a Lionel Messi del fanatismo de Cristiano Jr. por el argentino: "Él está siempre viendo un video de internet de nosotros y me habla de ti".

Pero la madre de la estrella es sagrada. Tanto que en 2015 no dudó en terminar con su novia, la mediática Irina Shayk, cuando ella se rehusó a asistir al cumpleaños de su madre en Portugal.

Asimismo, el capitán de la selección de Portugal fue un embarazo no deseado por su madre, quien hasta pensó en abortarlo, ya que su marido estaba cesante. "El médico no aprobó mi decisión. De ninguna manera, me dijo, usted tiene solo treinta años y ninguna razón física por la cual no pueda tener este bebé. ¡Ya verá cómo es la alegría de la casa!", contó Dolores en el libro "Madre Coraje", acerca de su mediático hijo, quien habla perfectamente portugués, español e inglés.

Lejos de los excesos. Esa misma estrecha relación con sus cercanos es la que ha llevado al lusitano a mantenerse muy lejos de los excesos.

"Muchas personas se imaginan a los futbolistas como personas a las que les gusta salir todo el tiempo, despilfarrar su dinero y salir con muchas mujeres. Pero yo bebo poco alcohol, odio el cigarrillo y no soy un gran gastador", dijo en una entrevista a la revista "Hello".

Y la razón es simple. En 2005, cuando estaba concentrado con su selección, el ídolo recibió la dura noticia de la muerte de su padre a causa de una enfermedad hepática por abuso de bebidas alcohólicas.

Campeón solidario

La cara adusta del goleador, su actitud pedante en la cancha y sus continuos reclamos son las imágenes que más se repiten en la carrera del artillero. Gran parte de esa sobreexposición proviene de la prensa catalana y la eterna pugna que lo enfrenta a Messi.

Sin embargo, existe un lado menos explotado del lusitano. Su gran preocupación por los más desfavorecidos asoma muy poco en la prensa internacional. Los niños palestinos tienen un espacio en su corazón: subastó su Bota de Oro de 2011 y logró un millón y medio de euros que donó de modo íntegro a los chicos de Gaza. Además, aportó cerca de tres millones de euros para las víctimas del hambre en el continente africano y está en constante apoyo en las campañas para ayudar a hospitales de menores.

Preocupado hasta de los detalles, porque ni siquiera tiene un tatuaje para poder donar su sangre a las personas que la puedan necesitar.

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