El día en que hubo un "Pato Yáñez" al culé

En rigor, el primer Pato Yáñez de la historia lo recibió el doctor que trajo al mundo a Patricio Nazario cuando quiso pegarle la palmada en el poto. El segundo se lo llevó el Barcelona en 1982 cuando el  ídolo respondió al ofrecimiento para jugar por los culé con un "¡Toma!".

El propio Pato, casi 30 años y 8 mil parrilladas después, reveló lo que pudo ser la contratación más importante del fútbol chileno en el siglo XX, pero que terminó con Yáñez jugando en el Valladolid.

En 1982 la Roja del Guatón Santibáñez era un fenómeno continental y Patricio Yáñez era una de sus principales figuras. Rápido, hábil y seguido por un ejército de calcetineras, el Pato llamó la atención del empresario pepe Josep María Minguella, que lo llevó a la pretemporada de aquel Barcelona cuya estrella mayor era Diego Maradona. Casi al final de la "pre", le ofrecieron a Yáñez fichar, pero en la filial que jugaba en segunda.

"Por esas cosas de la vida, que uno tiene que tomar decisiones tan cabro chico,  decido irme al Valladolid un día antes que se cerrara el libro de pases y si no, me hubiera quedado en el Barcelona", recordó el Pato, que aún se pega las puñaladas.

"Minguella me quería cortar la cabeza y después me dijo que estaría jugando en el primer equipo cuando se lesionó Maradona ¿se acuerdan cuando Goicochea le mete ese patadón en la Copa del Rey? Me llamó y me dijo 'en estos momentos estarías integrando el plantel del Barcelona'", reveló el Paul Anka.

Con filosofía, Patricio Nazario resumió su aventura: "Bueno, tomé esa decisión, hice toda la pretemporada con el  Barcelona y dos días antes de  cerrar, me fui al Valladolid. Yo preferí ir a primera, no tenía conocimientos de que era el  fútbol español de segunda división. Todos se sorprendieron", contó el Pato.

"El 82 viví un momento muy bonito: Tuve la oportunidad de conocer lo que era el Barcelona, más allá de un equipo de fútbol, una identificación política. Lo viví, lo disfruté y me fui al Valladolid", concluyó.

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