Como el ajo lo está pasando el alcalde electo de Pichilemu, Marcelo Cabrera Martínez. Lo que tenía que ser un surfeo directo hasta el sillón edilicio se transformó en una pesadilla, ya que debe enfrentar un juicio en su contra por fraude al fisco y podría perder pan y pedazo.
Cabrera ocupaba el cargo luego de la destitución del alcalde Jorge Vargas González, en julio de 2007.
La Fiscalía de Pichilemu pide tres años y un día para Cabrera, acusado de adulterar boletas de viático por un monto total de.... ¡28 lucas!
Según informaciones judiciales, la primera habría sido en octubre de 2006 cuando Cabrera era concejal de Pichilemu y viajó junto a su colega Víctor Rojas a un Congreso Turístico en Puyehue.
El alojamiento salió 80 lucas y los concejales habrían pedido que les hicieran la boleta por 100 lucas para cobrar 20 mil pesos de más, según los datos de Fiscalía.
El segundo hecho se habría registrado entre el 20 y el 25 de julio de 2007, cuando un grupo de concejales se alojó en el hotel "Mar Azul". Allí la boleta era por 28 luquitas pero la habrían pasado por 60.
El 25 de noviembre Cabrera está citado a la audiencia preparatoria de juicio oral en Santa Cruz, y recién en enero podría resolverse su situación judicial.
La Fiscalía además pide inhabilitación de por vida para que Cabrera ejerza cargos públicos, lo que lo dejaría fuera de una del sillón edilicio.
La Cuarta, la de verdad, habló con Cabrera, quien fue electo el domingo con 41,79 por ciento.
- ¿Qué me dice de todo esto?
- Está todo en manos de los abogados y la justicia. Pero me parece muy raro que la investigación se demorara más de un año y la acusación se presentara una semana antes de las elecciones (el 15 de octubre). Pero veremos en el juicio a ver si la Fiscalía puede probar estas acusaciones.
- Si es culpable, no podría surfear en la alcaldía de Pichilemu...
- Es que yo ni me pongo en ese caso, porque cuando uno nada hace nada teme. A mí en septiembre también me llevaron a la justicia y después fui absuelto. Estoy confiado que ahora pasará lo mismo.
