En el segundo día del juicio oral en su contra, reveló que era alcohólico desde la adolescencia y que lleva 24 meses sin tomar.
Después de 18 meses tras las rejas, ayer se escuchó desde la misma boca de Rafael Garay el destino que tuvo la plata que le confiaron sus conocidos y amigos, entre agosto del 2011 y junio del 2016, en la segunda jornada del juicio oral en su contra por estafa reiterada.
A las 09.20 horas el ingeniero comercial contó su verdad y admitió que jamás invirtió los dineros de sus clientes en el mercado asiático de divisas y fórex, tal como se los ofreció a través de su empresa Think&Co.
El ex rostro de televisión detalló cómo captó a los cuatro primeros "inversionistas" de los 29 que logró defraudar por un monto total de $1.300 millones, y cómo los hizo creer que sus dineros estaban rindiendo frutos.
Cuando fue interrogado por su abogado defensor, Daniel Celis, Garay explicó que "las utilidades eran ficticias, las cartolas que envié eran ficticias, tomé dinero de algunas personas y las entregué a otras".
El imputado que más ha estado en prisión preventiva por un delito de estafa en la historia de nuestro país, alcanzó a devolver $273 millones, según señaló.
Agregó que durante estos largos meses de investigación se ha sentido "ahogado, asfixiado y destruido" y reconoció que hasta había intentado suicidarse en el pasado con una sobredosis de insulina.
Reveló que era alcohólico desde la adolescencia y que ahora ya tenía 24 meses sin probar el alcohol.
¿Dónde está la plata? Aunque parezca increíble, el profesional confesó que se gastó 279 millones de pesos en alcohol y vida nocturna.
Además, aclaró que usó alrededor de $900 millones en vehículos de alta gama. En total, siete Mercedes-Benz, dos Jeep Gran Cherokee y un lujoso Jaguar.
El tribunal aceptó que el trabajador Víctor Mellado, que sufrió un grave accidente en una siderúrgica, y otras tres víctimas declaren por videoconferencia.
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