Los mejores rituales para atraer a la esquiva fortuna

Amuletos, talismanes y rituales sirven para atraer el dinero y la buena suerte. Para Yolanda Sultana "los rituales exigen concentración para pedir al cielo, a los seres que nos quisieron y amaron y para decretar que la plata venga", afirma la mentalista.

Un ritual facilísimo y rápido consiste en buscar una vela o un incienso dorado, encenderlo y pedir con todas las fuerzas y concentración que venga el dinero. Hay que pedirlo a nuestros ancestros y algún ser sagrado.

Pero, para cada signo hay un ritual. Todo depende del elemento al que pertenezca, ya sea fuego, aire, agua o tierra.

Si eres Aries, Leo o Sagitario, de fuego, haz una lista de los malos negocios, quémala y pide que venga lo bueno.

Los de Tauro, Aries o Capricornio, signos de tierra, deben hacer la misma lista, pero echarla en una botella, llenarla de tierra y botarla a la basura.

Para Géminis, Libra o Acuario, hijos del aire, se abren las puertas de la casa y se enciende un incienso dorado y se recorren las esquinas de la casa contando lo malo que ocurrió. Así sale lo malo y entra lo bueno.

Los de Cáncer, Escorpión o Piscis, animales acuáticos, deben hacer una lista con los malos negocios o experiencias, meterla en una botella con agua salada y echarla a la basura.

"Lo principal en estos rituales para la abundancia y buenos negocios es tener fe en lo que se hace, siempre y cuando sea algo lícito o por una buena causa", dice Yolanda Sultana.

Amuletos

1.- Chanchito de limón

Tomar un limón bien amarillo, clavar cuatro fósforos a modo de patitas y dos como ojitos, hacerle una abertura en un extremo como si fuera su hocico y dos a cada lado para sus orejas. Se lo deposita en un plato, se ponen monedas alrededor y en el hocico se coloca un cigarrillo encendido.

2.- Sapito de la abundancia

Un buen talismán es conseguir un sapito de metal, yeso, madera o plástico y ponerlo en un lecho de monedas.

3.- Elefante

En la India los paquidermos son símbolo de buena suerte en los negocios... y aquí también. Pero cuida que el que lleves a casa tenga la trompa doblada hacia arriba.

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