Fran Sfeir cuenta detalles del matri con Juan Pablo Queraltó

"El regalo ya lo recibí, no puedo pedir más. Este año ha sido increíble en lo profesional y en lo personal. El regalo más importante de mi vida ya lo recibí", comenta Francisca Sfeir, quien se da por pagada tras la pedida de matri que le hizo hace poquito su amado Juan Pablo Queraltó.

Ambos pasaron la Navidad juntitos y en familia. "Tratamos de no hacer tanto regalo, para no reforzar el tema del consumismo. Más que nada lo que importa es el aspecto familiar", recalca la apolínea.

-¿Apostaron por una Pascua más sencilla, pensando en ahorrar pa'l matrimonio?

- La austeridad la estoy practicando hace tiempo. No me gusta el espíritu de andar corriendo y de los malls repletos. Hacemos un amigo secreto en la familia, un regalo para que los adultos podamos jugar.

No al estrés

Aunque los tortolitos aún no tienen fecha, ya se cabecean pensando en la ceremonia. "Estamos pensando en las cosas que le gustan a cada uno, cómo cumplirnos los sueños mutuamente. Aún no tenemos fecha, ni lugar, vamos de a poquito".

- No es una pega menor.

- La experiencia que nos ha traspasado mucha gente es que se estresan demasiado. Que lo pasan mal y la fiesta no la disfrutan. Una serie de experiencias que nos han hecho tomarnos el tema con tranquilidad, la idea es disfrutar todo.

- Pero, ¿tu ceremonia ideal sería?

- A veces uno sueña con la forma, pero cuando llega la persona y te entrega el fondo, todo eso se disipa. En algún minuto pensaba que tenía que ser en una playa o cosas así, ahora que es una realidad lo veo de acuerdo a la persona que tengo a mi lado.

- ¿Y qué les gustaría?

- Que sea íntimo, conversado, pausado, una tarde familiar. En buena onda, no una discoteque.

- ¿Nunca soñaste con la iglesia o el castillo?

- Nunca tuve tanto eso, tengo amigas que saben cómo sería su vestido desde que nacieron, yo no. Con "Jotapé" hemos ido viendo, los dos somos de formación católica, pero la iglesia ya no es algo que nos represente ni identifique. Quizás tendríamos la bendición de algún cura amigo, hay algo más espiritual que con la institución.

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