Los factores que tienen a Mundos Opuestos 2 en el infierno del rating

Mauricio Israel se fue al infierno en el episodio de anoche, que promedió 17 puntes. Pero el domingo pasado, Mundos Opuestos 2 registró el rating más bajos desde que está al aire y uno de los más juleros desde que Sergio Nakasona está al mando de los cocidos faranduleros de Canal 13.

Con sólo 14,4 porotos, el programa se ubicó tercero en la competencia tevita dominguera y los caporales dieron cuenta del golpe. Ahora preparan acciones para repuntar con el caballito de batalla del ex canal del angelito, entre los que cuentan grabaciones de fiestas, partidos de fútbol y edición de las conversaciones eternas entre los participantes.

"No podíamos tener las mismas expectativas de igualarlo al primer Mundos Opuestos, eso es complejo. Fue un fenómeno que se da cada equis cantidad de años (..) La competencia también se preparó con programas especiales. Siempre hay un partido de fútbol en el otro canal y me parece que es bueno que la competencia sea fuerte, porque nos obliga a todos a mejorar", comentó a Sergio Nakasone a La Cuarta explicando el mal inicio del programa.

¿Qué falló? ¿Cuál fue el error de la producción? ¿Se aburrió la gente de este tipo de programas? A continuación, repasamos algunos detallitos que explicarían el bajo rating del programa de telerrealidad.

Participantes fomeques: No caben dudas de que el casting es fundamental a la hora de armar un reality show. Son los personajes conflictivos, el galán y la mina rica, los encargados de darle vida a un cocido de este estilo. Sin embargo, en esta edición de Mundos Opuestos, salvo la presencia de Mauricio Israel, los personajes no prenden mucho. No hay peleas fuertes (como las que protagonizaba "Chispa" Lacassie) y los diálogos son eternamente fomes.

Factor Andrés Baile: El panelista de SAV se convirtió en uno de los principales dramas de la producción del programa. El dolape tiene fuentes al interior del encierro de Pirque que le sueltan información sobre las grabaciones y actividades de los participantes. A través de su cuenta en Twitter, Baile no tiene atados en contar con días de anticipación quiénes son los eliminados y los ganadores del programa.

Competencia y castigos repetidos: Al parecer la fórmula de cielo e infierno no prendió mucho en la barra. En la versión anterior del reality ya se había visto como los participantes perdedores pasaban penurias, los entrenaba Sebastián Keitel y dormían en camas pencas. Por su litro, los ganadores viven comiendo y masajeándose. Nada de reality extremo.

Sofía no muestra ni el ombligo: La ricura colombiana, Sofia Jaramillo, era promesa de sensualidad y simpatía. Fotos y videos desnuda, eran parte del currículum de la diosa cafetera. Sin embargo, la lindura resultó ser fomeque y la mayor parte del tiempo la muestran desconectada de sus compañeros y tapada hasta el cuello.

Diablo tiernucho: Fernando Kliche personifica en el reality al abogado del diablo, supuestamente un personaje maligno y de pocos amigos. Sin embargo, su papel está lejos de la maldad y la crueldad. Más bien es un diablo coqueto y su única maldad fue hacer pelar cebollas a los concursantes.

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