El detrás de cámara de Andrés Velasco como Chingao: por qué no habló con Mauricio Pesutic y la tajante decisión que tomó en sus redes

El detrás de cámara de Andrés Velasco como Chingao: por qué no habló con Mauricio Pesutic y la tajante decisión que tomó en sus redes
El detrás de cámara de Andrés Velasco como Chingao: por qué no habló con Mauricio Pesutic y la tajante decisión que tomó en sus redes

El actor de Amores de mercado (Mega) también habló de otros personajes que ha interpretado en teleseries, y eligió a su regalón. “La gente lo quería mucho”, recuerda.

Andrés Velasco, aunque no se encuentra actuando en este preciso momento, se pasea con la coleta distintiva de su personaje en el remake de Amores de mercado (Mega). Aunque se puso tenida formal para la alfombra roja de los Premios Copihue, ya con sólo verlo al actor evoca a “Chingao” Solís, a quien estará interpretando hasta mayo, cuando terminen las grabaciones de la teleserie.

Según reconoció el intérprete en entrevista con La Cuarta, el proceso a cargo de este papel has sido “difícil, porque finalmente no es instalar una teleserie nueva”, considerando que “a la gente le gustan las teleseries y siempre está abierta a historias nuevas; pero cuando tienes que un poco que venir a cumplir expectativa, es super difícil”, misión que se vuelve aún más cuesta arriba cuando se trata de una reversión de una producción “tan icónica y, en mi caso, con un personaje que fue un fenómeno en su momento, o sea, que la rompió”.

A modo de ejemplo, Velasco graficó que “la gente conoce a Mauricio Pesutic por ese personaje; mucha gente le dice ‘el Chingao’”, considerando que él lo encarnó en la versión del 2001 en TVN.

Si bien admite que en la interna has sido un proceso complicado, el actor aseguró que ha sido “muy entretenido” actuarlo, ya que, a su juicio, “es una teleserie muy entretenida, muy bien escrita, pasan muchas cosas”, como en los melodramas de antaño, con elencos más numerosos y varias tramas entrecruzadas, por lo que “a uno le toca grabar un poco menos”, planteó.

Eso sí, en lo que a “Chingao” respecta, “es un personaje que viene de menos a más; los primeros capítulos no está porque está en la cana”, recapitula sobre el padre de “Pelluco” (Pedro Campos). “Después sale de la cana y empieza de a poco a aparecer y a meterse más en la historia central, al punto que ya llega a ser casi protagónico, porque es el que lleva mucho de la de la historia medular”.

Andrés Velasco
Velasco viene de interpretar a Marco en Como la vida misma (Mega).

—¿Hablaste con Mauricio Pesutic?

—En un momento pensé que podía ser una buena idea; pero conforme iba entrando en el estudio del personaje, me di cuenta de que en realidad podía ser contraproducente. Una de las cosas que nos advirtió la directora, la Quena (Rencoret), fue que esta es una teleserie y personaje nuevos. O sea, “aquí no tenemos que tomar ninguna referencia a lo anterior, porque si no vamos a estar en función de lo otro, y tenemos que hacer una teleserie de hoy; no podemos depender de lo que ocurrió en el pasado; podemos hacer guiños, pero, por favor, no traten de construir los personajes en base a lo que se hizo antes”.

—¿Has sentido esas comparaciones?

—No tanto. En redes sociales ocurre de todo y por supuesto que los haters aparecieron. Desde que se publicó que yo hacía el personaje, decidí no leer ningún comentario, porque sabía que iba a salir trasquilado, que iba a ser muy difícil que la gente aceptara este personaje. La gente me quiere mucho como actor, pero la gente no iba a ceder por el cariño que tienen por el “Chingao”. Algunos dicen: “No hay quien lo destrone”, y yo estoy de acuerdo, no vengo aquí a destronarlo: vengo a hacer una nueva versión, lo tengo super claro. Siempre supe que no iba a ser el fenómeno, así que solo trato de hacerlo bien, que la gente se divierta y hasta ahora me ha ido bien, en los comentarios que he recibido en la calle por lo menos.

—¿Qué té dicen en la calle?

—Muy positivos los comentarios de la gente, me dice: “Me río mucho contigo; ‘el Chingao’ de antes nos encantó y lo admiramos hasta la muerte, pero contigo igual me río, lo pasó bien”. Para mí es suficiente.

Las teleseries de Velasco

Velasco también repasó sus experiencias en teleseries nocturnas, desde formatos cómicos como Separados (TVN) en 2012 hasta Demente (Mega) en el 2021, donde hizo al sicópata Dante Covarrubias.

“Me han tocado cosas muy brígidas, o sea, morir varias veces, siete para ser exacto: me han cortado la cabeza, me han colgado, me han disparado y morir de muchas modalidades”, lo que “marca una tónica en las teleseries nocturnas, que es muy entretenido”, analizó.

En cuanto a los melodramas de la 8 PM, que son las historias más “icónicas” y “familiares”, destacó que ese factor “tiene su encanto”, es decir, “que los niños me reconozcan”, destacó. “Como me pasó en Isla Paraíso en el momento que muere el padre Gabriel: los niños sufrieron mucho y me mandaban videos de niños sufriendo”, recordó sobre la teleserie grabada en Chiloé durante el 2018.

—¿Cuál de esos personajes ha sido tu favorito?

—El padre Gabriel lo disfruté mucho, y en Chiloé. Es también muy cercano, la gente lo quería mucho. No era un cura intachable, de hecho, era al revés, tenía sus yayitas, era medio mentiroso y armaba montajes para tratar de que las cosas ocurrieran a su pinta; pero la gente lo quería y lo perdonaba igual. Ese para mí fue el que más he querido y el que más la gente recuerda. Siempre me están diciendo “el padre Gabriel”. Una vez un tipo me pidió que lo casara, íbamos cruzando un río en bote y me dijo: “Oye, ¿usted me podría casar?”. A ese punto llegó.

—¿En qué quedó esa petición?

—Desaparecí porque no estaba en condiciones de oficiar un matrimonio —responde y ríe.

—¿Y en general cómo es la gente contigo en la calle?

—Estoy casi siempre en pantalla; me pego por ahí unos descansos de uno o dos meses, y ya estoy de nuevo. Ya llevo casi 24 años en esto y la gente muy lentamente ha ido reconociendo en la calle. Lo que me permite todavía tener una vida relativamente tranquila; todavía puedo andar en metro e ir al supermercado. Estoy agradecido de cómo ha sido mi carrera en ese sentido, de cómo la gente me permite vivir, porque hay veces que no te dejan salir a la calle. Depende del nivel de fama, del impacto mediático que tenga; (Álvaro) Rudolphy no podría salir a la calle, (Jorge) Zabaleta tampoco, y me imagino que (Stefan) Kramer tampoco. En mi caso, yo soy bastante más bajo perfil, la gente me saluda muy respetuosamente y me entregan cariño por mi trabajo, pero tengo una vida normal.

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