La Spice girl que quiere huir de sus vicios

La adicción al sexo y al trago llevaron a "Mel B" a un centro de rehabilitación. Lleva dos divorcios, incluyendo uno con Eddie Murphy.

El éxito de golpe y porrazo a temprana edad y los desequilibrios en la vida personal posterior parecen ser una regla difícil de romper y eso es lo que hoy padece otra artista que se suma a ese listado: Melanie Janine Brown. Y es que si el nombre no suena de entrada, hablar de "Mel B" de Spice Girls es pensar en uno de los fenómenos del pop más importante de fines de los noventa y principios de los 2000.

El quintento británico irrumpía en la escena mundial precisamente el 8 de julio de 1996 con "Wannabe", su primer single, que en cosa de días se instaló en la cima de todos los rankings. El simil femenino de los Brackstreet Boys se abría camino con sus propios personajes.

Geri Halliwell, Emma Burton, Victoria Adams, Melanie Chisholm y Melanie Brown mostraban sus perfiles, siendo Brown reconocida como una de las líderes de la banda. La morena nacida en Harehills, Inglaterra, evidenciaba una personalidad potente en el escenario, pero junto al ocaso del grupo vendrían sus propias sombras.

La fórmula de las Spice Girls no encontraría renovación y por ello, y al igual que sus compañeras, Melanie intentó hacer su propio camino. Tras finalizar su primer matrimonio y del cual nació Phoenix, su primogénito, incursiones en el teatro y dos discos de poco éxito, se anotaron en su bitácora profesional, que la llevó a trabajar en Estados Unidos, donde fue pareja del comediante Eddie Murphy (con quien tuvo un hijo) y a seguir viajando para ser jurado de "The X Factor" en Australia y Reino Unido, además del reencuentro del quinteto en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Todos, eventos eclipsados por una compleja relación marital que hace días desencadenó en la crisis que hoy la llevó a internarse.

Fue en 2007 cuando se casó por segunda oportunidad, esta vez con el productor de cine Stephen Belmonte y fruto de esa relación que duraría hasta 2016 nacería Madison. Sin embargo, los malos tratos la llevaron a un colapso que ahora explotó.

"Los últimos seis meses han sido increíblemente difíciles para mí. He estado trabajando junto a un escritor en mi libro y ha sido traumático revivir una relación sentimental con tantos abusos y enfrentarme a tantos asuntos dolorosos de mi vida", comunicó para explicar su decisión de tratarse contra la adicción al alcohol y sexo.

"Soy plenamente consciente que estoy en un punto de crisis. A veces es duro lidiar con las emociones, pero el problema nunca ha estado en el sexo o el alcohol: subyace bajo todo ello", agregó antes de prometer un retorno en gloria y quizás con el quinteto que la vio nacer.

"Sí, vamos a estar actuando juntas en diversos escenarios, seguro. ¡Soy la única que lo sigue diciendo! Actuaremos", afirma la morena, quizás añorando ese brillo noventero que nunca volvió.

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