¿Protección de las críticas o censura política? El tenso debate tras la salida de Matías del Río de Estado Nacional

Matías del Río
Matías del Río

El periodista, que conducía el programa de TVN desde 2019, dejó de aparecer hace tres semanas. Pero recién este domingo se confirmó la polémica decisión: sacarlo de pantalla. Desde la estación pública aparentemente le explicaron que era para protegerlo de las críticas. En el mundo político, sin embargo, acusan censura. Él, de momento, permanecerá como rostro de Vía Pública, programa de la señal de cable.

—Eeeh…, ¿yo no sé si querís grabar de nuevo?

Es el domingo 18 de julio de 2021. Detrás de ellos, sobre las murallas blancas están desperdigadas tres banderas rojas en distintas tonalidades y otra de azul oscuro, todas con el mismo grabado: Boric Presidente.

Esta noche Gabriel Boric Font, diputado desde 2014 en el ahora distrito n. 28, está un paso más cerca de lograr precisamente eso: ser el Presidente de Chile.

Hace unos minutos dio la sorpresa y derrotó con holgura en las primarias a Daniel Jadue. Será el candidato de izquierda. Por eso es el protagonista de Estado Nacional y enfrente suyo Matías del Río, conductor del espacio, le jabea, insiste, trabaja sus zonas blandas.

No para de sacar manos, buscando que Boric abra la guardia y acuse el golpe. O eso es lo que parece. Pero es en realidad el candidato el que meterá el primer gancho al hígado.

Van algunos minutos de entrevista y Gabriel Boric se detiene por un momento. Mira hacia el suelo, luego al periodista, al camarógrafo, de nuevo al periodista y le pide que rectifique su última pregunta.

No lo corrige una, sino dos veces. Su tono es severo, pero a la vez conciliador. Casi como un padre que reprende a su hijo por una falta.

Entonces desenfunda: ¿yo no sé si querís grabar de nuevo? El diputado abandona por unos instantes la fachada seria que merece un candidato presidencial en medio de una entrevista en horario prime: su invitación, más bien, lo ubica prácticamente como un cercano del periodista y de cierta forma lo desestabiliza.

Del Río, sin embargo, prefiere no entrar en el barro de la explicación.

—No, nada que grabar de nuevo, nada que grabar de nuevo —se resiste, mientras mueve las manos.

“Los errores quedan todos ahí…, fue un err…”, intenta seguir, pero Boric retoma hábilmente y responde.

El error de Matías del Río había sido el siguiente: “Decir asperezas cuando lo culpan de que gracias a usted hubo detenidos desaparecidos en nuestro país es un golpe que no esperaba”, buscó al candidato, mientras lo apuntaba con el dedo. Detenidos desaparecidos. “Violaciones a los Derechos Humanos”, se intentó corregir cuando Boric le hizo saber su imprecisión. Pero tampoco. “No: presos políticos, que es muy distinto de detenidos desaparecidos”, fue su golpe final.

La escena se viralizó en cuestión de minutos. Claro, las redes sociales no podían faltar y, como de costumbre, fueron implacables. Miles de retuits y Del Río Trending Topic.

Se le acusó de poco profesionalismo, de no tener criterio ético, de no tomarle el peso a sus palabras, de proteger los intereses de la extrema derecha, de muchas otras cosas. A fin de cuentas, se le acusó de lo de siempre: de ser “facho”.

Esta clase de polémicas serían las que propiciaron que el domingo Televisión Nacional de Chile (TVN) decidiera sacar de Estado Nacional a Matías del Río, que conducía el espacio desde 2019. Al menos eso le explicaron al periodista: que querían protegerlo de ellas.

El panel

Para muchos, sin embargo, la trama de su salida tuvo como punto de partida el tuit que publicó la madrugada del 25 de julio Nivia Palma, exministra de Bienes Nacionales y directora de TVN, por la conformación política del panel del programa.

En esa oportunidad, recogió otro tuit y escribió: “No comprendo y no comparto decisión de Estado Nacional de tener cuatro representantes del Rechazo y dos del Apruebo en su panel. Pido públicas disculpas a Democracia Cristiana por faltarles el respeto al invitar a diputada que perdió votación democrática de Junta Nacional DC”.

A esas críticas, pronto se sumó el convencional Daniel Stingo. Dijo que el gobierno de Boric “peca de no intervenir más TVN”, y apuntó a los conductores —Matías del Río y Constanza Santa María—: “Son de derecha y no de derecha moderada”.

Es más, según consignó Ex-Ante, Nivia Palma habría sido la principal impulsora. El pasado jueves, durante una reunión de directorio de TVN, se discutió la salida de Del Río.

A esas alturas, cuentan desde Comunicaciones del canal público, la decisión ya estaba implementada desde hace tres semanas: el del domingo fue el tercer episodio sin la presencia del periodista.

“No estuvo en el programa de la polémica donde una miembro del directorio (Nivia Palma) criticó por redes sociales que en un panel habían 4 por el Rechazo y solo 2 por el Apruebo”, le explicaron a El Mercurio.

Se espera que en la reunión de esta semana, el tema vuelva a la tabla. Y que los tres integrantes del directorio afines a la derecha —Pauline Kantor, Pilar Vergara y Gonzalo Cordero— eleven un reclamo. “Tenemos la íntima convicción, y así lo hemos expresado en las instancias formales que corresponden, que esta decisión está motivada por razones políticas y, por ello, consideramos que constituye un daño enorme a la autonomía de la televisión pública y a su esencial pluralismo”, expresaron mediante un comunicado.

De momento, Matías del Río apenas permanecerá en el programa Vía Pública, en la señal de cable de la estación.

FOTO: Jonaz Gómez, Agencia Uno.
FOTO: Jonaz Gómez, Agencia Uno.

Reacciones

Mientras todo eso ocurre, este lunes la salida del periodista generó una fuerte disputa en redes sociales entre quienes sostenían que se trataba de un acto de censura y los que no. Participaron, inclusive, varios actores del plano político y del mundo de las comunicaciones:

“Escandaloso. TVN saca a Matías del Río de Estado Nacional so pretexto de “protegerlo”. Llamado a intervenir de Daniel Stingo tuvo efecto. Bastará que la barra brava se movilice en rrss para sacar a periodistas que no se abandericen”, escribió en Twitter el exdiputado PPD Pepe Auth.

“Sacar a Matías del Río en plena campaña del programa Estado Nacional, y si además fuera cierto que dan la excusa de protegerlo, es un acto de totalitarismo propio de dictaduras y en Chile estamos en democracia”, dijo por su parte la exministra de Educación Mariana Aylwin.

“Decisión canal público que huele a censura y acallamiento. Nivia Palma se erige como directora más poderosa del ‘canal de todos’. ¿Cuándo habla @ChilePeriodista @voceriagobierno @GobiernodeChile?”, se descargó el senador Evópoli Luciano Cruz-Coke.

“No entiendo la razón de su ‘traslado’. Si es por razones políticas, resulta impresentable y errada, como cualquier cancelación ideológica realizada por unos o por otros. Si es por razones laborales, nunca he sido partidario de esos cambios imprevistos, de sopetón, poco educados. Siempre hacen mal”, opinó su colega Felipe Bianchi.

“¿Fue una presión de la izquierda la que llevó a la salida de Matías del Río del programa? No lo sabemos, pero lo intuímos (...); los que hoy celebran la salida de Matías del Río se quejaban en otra época de la censura. Es parte de una inconsecuencia política de la izquierda que aburre, pero también angustia”, disparó Juan Manuel Astorga en Radio Infinita.

“Iba a decir otra palabra pero prefiero que no. Para que después el CNTV no se tire encima mío ni me saquen de aquí como a Matías Del Río”, arriesgó José Antonio Neme, mientras hablaba sobre la seguridad en Mucho gusto.

Su ahora excompañera en la conducción, Constanza Santa María, interpelada por Cristián Valenzuela en pleno programa, respondió: “Aquí se han tomado decisiones, que fueron tomadas por el director de Prensa de este canal, quien tiene que dar las respuestas de las decisiones que se han tomado, y que obviamente aquí hay un cariño tremendo por Matías (...); es amigo personal mío, y además apreciamos mucho su trabajo periodístico”.

Del otro lado, el excandidato presidencial Eduardo Artés (Unión Patriótica) recordó el episodio en que Del Río le impidió realizar un minuto de silencio durante un debate presidencial: “Un poco de satisfacción: TVN saca a Matías del Río del programa Estado Nacional por parcial a favor del rechazo. ¿Te acuerdas Matías cuando me interrumpiste el minuto de silencio a favor de una víctima de la represión? Es verdad que es poco, ¡las conductas miserables se pagan!”.

La ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, también le dedicó algunas palabras al tema. Consultada, durante su vocería tras el comité político, sostuvo que “TVN es un organismo autónomo y que toma sus propias decisiones y, por lo tanto, nosotros no podemos referirnos al respecto, porque tiene total y plena autonomía para tomar sus definiciones de programación, de conductores de programas, etc”.

“Entonces, todo otro tipo de acusación que se ha levantado no es más que una instrumentalización política de una decisión que autónomamente toma TVN y que fue sumamente clara en su propia declaración”, aclaró, de inmediato.

La respuesta de TVN

Desde la estación también debieron salir al paso mediante un comunicado:

“TVN comunica que la decisión de modificar el formato del programa Estado Nacional para volver a tener una sola conductora, como en sus inicios, fue tomada por la Dirección de Prensa hace más de una semana, el jueves 21 de julio”.

“Un cambio que fue comunicado y compartido inmediatamente con el equipo realizador del programa, así como con sus conductores, en participativas reuniones de trabajo. A Constanza Santa María y Matías del Río se les comunicaron personalmente los argumentos considerados para tomar esta decisión y que son de carácter absolutamente profesional y así también lo entendieron”.

“Se trata de una definición estratégica que busca potenciar nuestros programas, en medio de una exigente competencia televisiva. Matías del Río es un rostro muy valorado por el canal y seguirá a cargo del programa de entrevistas Vía Pública en Canal 24 Horas y del informativo Medianoche y además, trabajará un nuevo formato de conversación con grandes personalidades que debutará en los próximos meses”.

Matías del Río, el protagonista de esta historia, ha preferido guardar silencio.

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