“Tu propia vida es la más grande que conozco”: Rodrigo se despidió de Alipio Vera y le hizo una promesa

Rodrigo y Alipio Vera.
Rodrigo y Alipio Vera.

El hijo le dedicó un emotivo mensaje a su padre y colega. A través de Instagram, recordó una serie de historias entre ambos.

La mañana del lunes se confirmó la muerte del destacado periodista Alipio Vera, luego de haber sufrido un accidente cerebrovascular. Durante estos días ha sido velado en Maullín, Región de Los Lagos.

A horas de su fallecimiento, su hijo y colega, Rodrigo Vera, habló sobre su padre con la TV: “Fue un referente para muchísima gente”, aseguró.

Ahora, durante la noche del martes, publicó unas emotivas palabras en Instagram, acompañadas de una serie de fotos y videos del recuerdo, como junto a sus caballos, reporteando en la guerra, celebrando su cumpleaños o de viaje junto a su retoño.

“¿Te acuerdas que hace unos años, cuando cumplí 40, nos fuimos una mañana a cruzar el río Maullín?”, relató el periodista deportivo. “Íbamos camino a los Muermos en busca del plato de fondo para el festejo; contentos, felices, como cada vez que estábamos juntos”.

Acto seguido, reveló que ese día fueron dos las historias que le contó Alipio: “Una de tu infancia, cuando caíste varios metros desde la copa de un árbol infame que cedió su rama, pero que con otra te dejó de cabeza agarrado de los calzoncillos: milagrosa salvada”. Ante eso, la risa de tu tío ‘Mañuco’ le impedía rescatarte”.

En resumen, lanzó, “nos reímos a carcajadas”.

La promesa

“La otra de tu juventud, de un día de malas decisiones que terminó con el bote dado vuelta y salvaste otra vez de milagro de las entrañas del río Maullín, cuando ya había entrado la noche y la lluvia”, relató, considerando que “nunca supiste nadar”.

“Ese eras, el contador de historias: fantásticas, alucinantes, verdaderas”, reconoció. “La vida te llevó a ser el mejor en eso, Premio Nacional de Periodismo contando las historias de otros”.

Sin embargo, “las más increíbles fueron siempre las tuyas”, declaró. “Tu propia vida es la más grande que conozco: de la infancia del campo, los bosques lluviosos y tupidos a corresponsal de las grandes guerras”. Pero Rodrigo prefirió dejarlo hasta ahí, porque “ya vendrá tiempo para escribir y contar tus historias”.

“Lo prometo, y sabes lo que eso significa”, manifestó. Por mientras, cerró, “me quedo con tu calvicie, tu profesión y tu recuerdo”.

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