Una parálisis facial, líos de pareja y el “raro” Polo Norte: Dani Urrizola cuenta la “interna” detrás de Viajando Ando

Dani Urrizola.
Dani Urrizola.

La conductora de TV anduvo desde Brasil hasta Finlandia para la segunda temporada de Mega. En conversación con La Cuarta, revela las experiencias que vivió, algunas lindas y otras no tanto: “Estuve bien complicada de salud”, dice. Además, en esto doce capítulos aparece con su marido, con todo lo “bueno” y “malo” que implica.

Turquía, Francia, Italia, Brasil, Grecia y Finlandia. Esos son algunos de los destinos que Daniela Urrizola recorrió para la segunda temporada de Viajando ando, que se estrenó el viernes 7 de octubre con la ciudad turca Estambul como protagonista.

Eso sí, advierte la conductora viajera a La Cuarta, aún falta grabar el episodio doce. Si bien se hará fuera de Chile, será “más o menos acá cerquita, porque nos gusta tener la variedad dentro de los destinos para, por ejemplo, la gente que es primera vez que viaja y no quiere arriesgarse a ir tan lejos”.

La ex-Calle 7 (TVN) cuenta que “la primera temporada fue más contenida” a causa de la pandemia, por lo que visitaron principalmente países latinoamericanos como Perú, Colombia y República Dominicana.

“Teníamos permiso especial para salir de Chile, estaban las fronteras cerradas”, relata sobre aquel incierto 2021. “No sé sabía mucho qué iba a pasar”, por lo tanto, “elegimos súper criteriosamente los destinos; si íbamos a promover viajes queríamos que fuera a lugares donde no existiera la barrera del idioma, por si pasaba cualquier cosa”.

Sin embargo, tras esa etapa de contención, “nos volvimos locos y el primer capítulo que grabamos fue en el Polo Norte; en verdad la esquizofrenia mental nos superó”. El plan era realmente ir en busca de “lo exótico, lo diferente, queríamos el choque cultural, mostrar todo eso del punto de vista y una mirada de turista”.

—Las actividades que hacemos son exactamente las mismas que hacen los turistas, no tenemos cosas especiales —detalla—. O sea, sin contrato un tour, mi programa lo grabo con las personas que van en ese tour y con todo lo bueno, lo malo y lo que incluye un tour.

El “exótico” Polo Norte

—¿Qué lugar pones como favorito en esta tanda de viajes?

—Es difícil —contesta—. A todos nos gustan cosas distintas, pero mi favorito de esta temporada fue el círculo polar ártico, pero porque me gustan los lugares raros; o sea, fui a Chernóbil. A mí pregúntenme de viajes, pero los destinos que elijo generalmente son extraños.

En el Polo Norte, específicamente en territorio finlandés, ella y su pareja, César Norambuena, pasaron varios días grabando, porque les tocó en la época que es “de noche todo el día”, es decir, “teníamos una hora y media de luz al día”, sumándose a los -25°C que llegaban a hacer.

“Por seguridad, no puedes estar en el exterior más de dos horas seguidas; teníamos que entrar a algún lugar cuatro horas y así”, relata. De hecho, si querían hacer alguna actividad con perritos husky o con renos, agendaban y, llegando al hotel les informaban que solo se podía hacer un panorama diario, “porque se congela la sangre y te puedes morir”, dice Dani.

Ella define esa experiencia ártica como una sensación de que “todo era de mentira”, dice; por ejemplo, que “la luz del día sea rosada todo el tiempo, es como un eterno amanecer”, describe. “El sol no se levanta, pasa por el horizonte y se va”. Además, “los renos y los perros son como los medios de transporte”, así que “es súper volado”; e incluso “el mar congelado y lo puedes cruzar de un punto a otro caminando”.

—Es raro —sentencia.

Una interna difícil

En esta segunda temporada, su marido, César, también aparecerá en cámara. “Nos grabamos el uno al otro, mucha selfie, mucha GoPro y dron”, dice. “Hay de todo”. No fue una decisión planeada, sino que las circunstancias lo volvieron necesario.

—Estuve bien complicada de salud —cuenta—. Tuve una parálisis en la cara, que no puedo decir públicamente por qué. Pero fue una parálisis facial que me duró como cuatro meses más o menos. Y me dio una infección dentro de la cara también, que me tuvo bien complicada y a punto de no poder hacer la temporada, estando grabando.

En un momento, ya la habían dado de alta, se encontraba en Irlanda, y todo se complicó. Fue a una clínica irlandesa por “toda esta cuestión en la cara”. En el recinto le recomendaron “irme a otro país, porque la salud en Irlanda lamentablemente es distinta”, ya que “si vas a un lugar privado las listas de espera son lo que son. Ella estaba catalogada de urgencia, “pero así y todo mi urgencia era para dos semanas más y mi estado podía empeorar en 24 horas”, le dijeron

Así que se fue a Grecia con César.

—¿Cómo es grabar en pareja?

—Tiene todo lo bueno y lo malo.

—¿Qué es lo bueno?

—Estás creando en conjunto y es súper poderoso eso, porque es un sueño súper mutuo; sabemos un poco lo que quiere el otro. En realidad se genera algo que va más allá de un equipo.

—¿Lo malo?

—Lo malo es que, claro, cuando es tu pareja eso deteriora un montón. Es de conocimiento público que nosotros estuvimos separados entre las temporadas (mayo del 2022). En su momento no sabemos qué falló. Pero la verdad es que estamos tratando y somos compañeros de trabajo; somos el uno para el otro, somos más allá del catálogo que nos pongamos.

El sueño cumplido

—Vivir viajando... ¿Siempre fue esa la meta?

—Este era el sueño de mi vida, siempre —declara.

“Entré a la televisión siempre pensando en esto”, cuenta. Primero estuvo en Calle 7 (TVN), luego hizo un programa de fútbol con Claudio Palma; también otro sobre autos. “Probando y haciendo el loco en todos lados”, comenta. “Y no le daba, nunca encontraba”, pero “esto es lo que siempre quise, siempre fui viajera, desde chica”, aunque “lo veía un poco un imposible”.

Recién empezó a tomar el rumbo que quería en 2017, cuando daba el tiempo en CHV. “Con mi marido decidimos renunciar a nuestras pegas”, relata, aunque aclara que para César “esto es más que nada un hobby, porque su trabajo real no tiene nada que ver con la tele”.

Y se mandaron a cambiar un año y medio para “viajar por el mundo”, especialmente por Europa. “Vendimos todo y nos fuimos”, dice, sin planes de grabar nada.

Pero en un momento, ella propuso: “Tú eres periodista, yo tengo entrada a algunos canales”, así que: “¿Por qué no creamos un proyectito y lo presentamos a ver cómo nos va?”.

Ahí empezaron con la sección “Chilenos por el mundo” en Sabingo (CHV) durante unos tres años. “Estaba muy aterrizado el concepto a lo que eran ‘chilenos’”. Aun así, su anhelo estaba incompleto: “Mi sueño era grabar quince minutos más, hacer un programa”.

Ya durante la pandemia, Dani le presentó la idea de Viajando ando a Mega. “Les gustó y me lo aprobaron por contenido”. Luego, “entró Viajes Falabella y me lo compra”, relata. “Ahí entramos con tuti, con contenidos y comercial”.

Esa segunda temporada también incluirá otra diferencia:

—Lo que tiene, que no tuvo la primera, es que fue bien teñida por las situaciones personales que vivimos, tanto de pareja como de mi salud —revela—. Y se transformó en un minuto en algo mucho más telerrealidad. Y creo que por eso pasamos de la tarde a la noche. Está la interna total del viaje. De hecho, a mí se me nota que estoy con parálisis en varias partes.

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