El condón femenino que muerde: mujer diseña dispositivo que atrapa el pene en caso de violación

Una doctora sudafricana patentó el producto en 2005. Incluso en 2010 se repartieron durante el Mundial, pero aún no ha logrado su comercialización...

"Me miró y me dijo: 'si tan sólo hubiese tenido dientes ahí abajo', a partir de ese momento le prometí que algún día haría algo para ayudar a gente como ella".

Ese diálogo, que sostuvo la doctora sudafricana Sonette Ehler con una mujer recién violada, fue el germen de su "Rape-Axe", un dispositivo que busca proteger a las mujeres y así combatir este tipo de delitos.

El desarrollo del producto le tomó una investigación cercana a los veinte años. Y, como explica en un video ilustrativo, se trata de un preservativo femenino equipado con dientes y cuchillas, que se incrustan en el pene del sujeto que intente perpetrar una violación.

Este preservativo funciona como si fuera una suerte de tampón. Se inserta en la vagina de la misma manera y su objetivo, otra vez, es herir al abusador. La idea, también, es darle a la víctima los segundos necesarios para escapar mientras el tipo intenta retirar el artefacto de su miembro.

Según la doctora Ehler, aparte de ser un castigo doloroso, no genera daños irreversibles. La única forma de retirarlo, eso sí, es con la ayuda de un médico mediante cirugía…

La controversia del Rape-Axe

Aunque Sonette Ehler fue patentado en 2005, recién alcanzó mayor popularidad el 2010, durante la Copa del Mundo disputada precisamente en Sudáfrica, donde se repartieron 30 mil unidades.

[caption id="attachment_634604" align="alignnone" width="900"]

La doctora y su dispositivo.[/caption]

Sin embargo, su comercialización desde entonces estuvo en tela de juicio: se le ha considerado una "solución medieval".

"Una solución medieval para un acto medieval", respondió entonces la doctora.

Otros, en cambio, sugieren que es un arma de doble filo al entregarle tan sólo a la mujer la responsabilidad de defenderse, librando del trabajo al Estado y eventuales políticas de prevención.

Rosemary Okello, directora de la organización Servicio para la Mujer y el Niño Africano, por ejemplo mencionó que no es recomendable usar esta "invención médica para tratar un problema social".

Aparentemente, por estas razones, no habrá comercialización del condón femenino que muerde en el corto plazo. Aunque la doctora no se rinde: hace algún tiempo lanzó una campaña de crowdfunding para alcanzar 310 mil dólares y sacar adelante el producto. Aún está en eso...

Temas Relacionados

COMPARTIR NOTA