El "Ingeniero" comentó los peligros del boxeo, tras el deceso del argentino Hugo Santillán, el segundo que enlutó al deporte de los puños durante esta semana.
La muerte de dos boxeadores esta semana revivió las críticas a este deporte, que a veces suele ser trágico. Primero fue el ruso Maxim Dadáshev (28) y ayer el púgil argentino Hugo Santillán, de solo 23 años se sumó a la lista de mártires. Ambos fallecieron producto de las lesiones que sufrieron en sus respectivas peleas.
El deceso de ambos puso el foco en la seguridad de esta disciplina. Julio Álamos, actual campeón latino de la WBA, lamentó los hechos, pero cree que el boxeo tiene el mismo riesgo que otras actividades.
"Es un deporte de contacto y es igual de peligroso que el fútbol o el automovilismo, por ejemplo. Cuestionan el boxeo porque es más violento, pero lo que pasó es una casualidad, el objetivo no es el matar a tu rival, sino que derrotarlo de forma deportiva", asegura.
A pesar de los lamentables hechos, el "Ingeniero" no cree que haya temor entre los boxeadores. "Cualquiera está dispuesto a morir arriba del ring. A mí no me asusta en nada. Sé que puedo morir arriba y estoy dispuesto a eso", avisa.
Jueces
La muerte de Santilán se produjo después del combate del sábado pasado, donde recibió duros golpes de parte del charrúa Eduardo Abreu.
Para haber evitado la tragedia, Álamos cree que la clave pasa por detener las peleas a tiempo. "La mayor responsabilidad es del árbitro. Debe saber cuándo parar un combate. También el mismo entrenador, él es único que puede tirar la toalla y detener la pelea", reflexiona.
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