Nicole sobre su pasado y presente en la música: “Antes había harta tallita que parecía inofensiva, pero era machista”

Nicole vía Instagram por @leysofotografia
Nicole vía Instagram por @leysofotografia

La icónica artista cerrará su exitosa gira “Dame luz” con su primer Movistar en julio. Conversamos sobre su trascendental disco “Esperando Nada”, su íntimo encuentro con Lenny Kravitz, y su momento actual: “Estoy priorizando lo que soy yo y lo que quiero entregar como mamá, como mujer, como pareja y como músico”, reveló a La Cuarta.

Nicole sigue tan vigente como hace 35 años, cuando era una niña en un mundo de adultos, haciendo música con su voz angelical, melodías pegajosas y letras románticas.

El próximo 10 de julio cerrará su exitoso tour “Dame Luz”, donde homenajea los 30 años de uno de sus álbumes más importantes: “Esperando Nada”. La estrella nacional del pop pondrá punto final a esta celebración a lo grande, con su primer Movistar Arena.

“Hoy, 30 años después de haber lanzado ‘Esperando Nada’, digo ‘qué regalo haber tenido esas ganas, ese enfoque, esa pasión, que hasta el día de hoy es verdadera’. No fue una cosa pasajera”, le reveló a La Cuarta.

Además, publicó una reedición de su canción “Desierto Florido”, junto a su colega española Ana Torroja, con quien mantiene un especial vínculo.

Sobre todo lo que se viene en su carrera y haciendo una mirada en retrospectiva a sus inicios, conversamos con una de las voces más icónicas de la cultura pop criolla, desde su estudio personal.

NICOLE

- Nicole, ¿con qué historias te has encontrado en los shows a raíz de “Esperando nada”?, un disco que ha marcado generaciones.

¡Muchas historias! Una niña de 12 años llorando, cantando las canciones, la abracé, la invité al escenario y me decía: “mi mamá escucha desde la guata tus canciones y para mí han sido demasiado importantes, me hacen mucho sentido”. Y ahora vi algunos videos de mis primeros conciertos familiares, esas fiestas de empresa, y me acuerdo que en Concepción más de una vez me han dicho: “yo era súper chico cuando tú cantaste y yo quise ser músico”. Nunca me imaginé que alguien que me viera en vivo iba a decir, “yo quiero estar ahí también haciendo música”, y lo iba a lograr. Esas historias de inspirar, de abrir camino a músicos y a músicas, a mujeres también de varias ciudades, no solamente de Santiago, eso me enorgullece mucho.

- Es que además tú empezaste super chiquitita…

Cuando empecé era la única niña en un medio adulto. Siempre me preguntan: “¿cómo fue ser mujer en un país aún más machista?”, y fue heavy, lo primero que me tocó aprender siendo niña fue a relacionarme en un mundo laboral machista. Tenía que saber muy bien lo que iba a decir para que me consideraran, porque me decían “espéranos ahí y nosotros vemos cómo lo vamos a hacer”. Yo quería opinar porque yo estaba al frente del escenario, sabía lo que necesitaba, y ahí me empezaron a pescar, pero fue complejo. Y mi mamá que no estaba en el mundo de la música, también se preocupaba.

- Muchas artistas han contado historias brutales.

Uno veía hartas cosas y los chistes de los hombres antes eran distintos. A mí nunca me pasó nada porque siempre estuve en un ambiente protegido, y supe plantarme a los 17 años, porque ya tenía ese carrete de los 12, 13, 14. Sabía cómo moverme en el mundo masculino de la industria, pero sí había harta tallita que parecía inofensiva, pero era machista. La pude observar y se lo comenté a Celeste y a León (sus hijos). Y qué bueno que los tiempos han cambiado en ese sentido, porque uno normalizaba mucho.

Música y familia

Sergio Lagos vía Instagram
León, Sergio, Celeste y Nicole. Sergio Lagos vía Instagram

- ¿Hay alguna intención de grabar el show del Movistar?

Sí, de hecho he estado grabando toda la gira. Creo que vamos a sacar algo muy bonito que va a culminar, por supuesto, en Movistar. Así que vayan todos preparados para cantar y bien lindos porque van a ser todos grabados, (ríe).

- Relanzaste hace poquito “Desierto Florido” con Ana Torroja. ¿Cómo fue trabajar con ella? Ustedes ya se conocían de The Voice…

¡Ay! (Suspira) Muy lindo. Yo admiro y quiero mucho a Ana. Es una mujer muy especial, desde mi adolescencia cantaba Mecano, la admiraba mucho como artista. Después ya conociéndola como persona también, ella se planta en el escenario hasta el día de hoy con una fuerza, con una emotividad, es tan buena intérprete, transmite tanto, eso a mí siempre me cautivó. Y cuando nos conocimos más en The Voice, no nos paraba la lengua de hablar de todo, nos conectamos profundamente. Ella me escribió: “qué linda esta canción, me llega al alma”. Y yo le dije: “qué lindo sería cantarla juntas”. Aceptó y fue muy natural.

- ¿Pero se conocieron en el programa?

No, yo la conocía antes, no sé si ella se acuerda mucho, pero yo sí. Cuando estaba grabando “Viaje Infinito” en Nueva York, en 2001, Andres Lewin, que es el productor del disco, también fue productor de discos de Ana, me llevó a conocerla y fue súper emocionante. Con mi mamá cantábamos mucho sus canciones, y cada vez que ha venido a Chile me invita a cantar. La primera vez fue en el Monticello, “Mujer contra Mujer”, y yo estaba esperando atrás, y justo Ana cantó “El 7 de septiembre”, y el 7 de septiembre nació mi mamá, ella siempre decía que era su canción, y me emocioné y le digo (mira al cielo) “mamá voy a cantar con Ana”. Y al escuchar “El 7 de septiembre”, pensé: “está mi madre aquí conmigo, como siempre”. Con Ana todo es emocionante, nos vemos y nos abrazamos, incluso cuando no hablamos, nos entendemos. Entonces estoy feliz de cantar esta canción tan importante para mí, con ella.

- Nicole, recuerdo que en una antigua entrevista dijiste que te hubiese gustado ser más masiva, llenar un Nacional. Pero ahora harás tu primer Movistar, y viendo que Myriam Hernández, una artistaza, hará su primer Nacional, nada es imposible…

No sé si recuerdo haber dicho algo así como el Nacional, pero sí, pero en este camino de hacer música, compartirla y que sea tu profesión, obvio que uno quiere llegar a la mayor cantidad de gente posible, sino sería mentir. Yo soy feliz aquí (en su estudio) haciendo música, y sé que al margen de que pueda hacer más discos más adelante o no, pueda hacer conciertos o no, voy a seguir tocando la guitarra, haciendo canciones, cantando con amigos y disfrutando. Pero claramente pasa algo cuando ves a alguien emocionado cantando una canción tuya. Hay algo que pasa en vivo que es demasiado increíble. Entonces, obvio que pude haber dicho algo así, que la mayor cantidad de gente pueda escuchar mi música, y que vaya a los conciertos y cantar juntos. Es un anhelo que yo creo que todos los músicos tenemos. Pero creo que me enfoqué mucho en ir paso a paso. En el realmente ir creciendo como músico y tocando mucho en vivo.

- Y tu público ha ido creciendo en generaciones.

Sí, es que no he parado de tocar en vivo en 30 años. Eso ha hecho que orgánicamente vaya creciendo en público también. Y ha sido muy bonito. Cuando volví de vivir 7 años fuera, tuve que volver a construir, volver a tocar en lugares más pequeños, y de ahí fuimos creciendo. Tuve a mis dos hijos entre medio, ha sido todo un trabajo paso a paso. Con “Esperando Nada” fue rápido, porque sonó en la radio y le gustó a la gente. Pero ahí mismo también tenía esa ansiedad de, “me escucha mucha gente, tengo que tocar mejor”. (...) Siempre he trabajado mucho en equipo, con gente que ha crecido junto a mí. Cuando me preguntan “¿cómo mantenerse en el tiempo?“, primero es la pasión, que el éxito o la fama sea consecuencia de esa pasión. Y hacerse cargo de un talento. A veces la gente no sabe apreciar y trabajar su talento, y pierdes una importante oportunidad en su vida. Yo también creo que nada es imposible y a distintas edades, en todas las pegas. Hoy estoy logrando cosas que a lo mejor ni soñaba hace muchos años. Y las cosas tienen su tiempo. Estoy muy contenta de tener este recorrido y que la música ha sido súper ligada a mi vida personal, he podido tener mi familia, he podido ser la mamá que también mi mamá fue conmigo. He intentado siempre lograr un equilibrio.

“Estoy priorizando lo más importante”

- Hablando de familia, en diciembre tocaste en vivo por primera vez con tu hijo León, ¿cómo fue ese momento?

Sí, en Talca fue la primera vez, fue increíble, alucinante, él estaba emocionado y yo también. Fue muy bonito porque León lleva ocho años tocando y estudiando, tiene su banda y es apasionado por la música. Nos peleamos este lugar (el estudio). Ahí (apunta detrás de ella) está su batería también. Me dice “mamá, te falta mucho”, este es nuestro lugar, puede estar hasta las once de la noche. Ya ha tocado con Sergio y tocó conmigo en otros shows. Lo lindo es que él me ha acompañado tal cual como Celeste, siempre en gira, desde sus primeros meses, yo les daba pecho atrás del camarín. Hubo un tiempo en que preferían quedarse en la casa, pero ya volvieron a acompañarme. En bus, todo este verano y el verano pasado también. Ellos observan mucho el trabajo en equipo, sobre todo a León, eso es súper bonito eso, que él vea todo el trabajo que hay detrás de mamá. Lo vio muchas veces de chico, pero ahora lo está viendo con otros ojos. Uno como papá se da cuenta que más que decir: “sé ordenado, sé responsable, levántate temprano, lucha por lo que quieres, sé buena persona, sé amable”; los hijos lo ven, y te impulsan a ser mejor persona, porque tienes que ser consecuente.

- En diciembre también fuiste telonera de Lenny Kravitz. ¡Estuviste increíble! ¿Cómo fue estar con él?

(Ríe). Yo me acerqué porque quise hablarle, quería preguntarle cosas. Al principio le dije “hola, soy la que te abrió el show”, y él me dice “pero por supuesto, ¡qué suena bien tu banda! Se pasó. Y quiero que mañana toques más. ¿Puedes tocar más?”, y yo “sí”. Él me pidió que al otro día tocara más canciones, y canté más canciones. Decía que sonaban muy bien las guitarras, que mi voz y todo… Fue muy buena onda, yo lo veía súper relajado, disfrutando, y después de tantos años es bacán ver a alguien que sigue disfrutando cada cosa de la gira. Aparte tiene sesenta y tantos años y se ve increíble, y su energía es muy arriba. Hay algo en la música que te mantiene con un espíritu joven. Puedes tener las arruguitas pero hay algo de adentro que se nota cuando uno es feliz con lo que hace.

Finalmente y hablando de felicidad. ¿Cómo podrías esta etapa tan bonita de tu vida?

Estoy en una etapa con muchas ganas de crear nuevas canciones, de colaborar y crecer con otros músicos. El año pasado fui a México, voy a sacar una canción con una banda indie que se llama Boca Paila. Y quiero hacer cosas acá también, con distintos músicos. No me alcanza el día pero lo voy a lograr (ríe), y ensayando mucho para el Movistar. Muy contenta con la familia también, con los niños que están grandes, que ya conversamos otras cosas. Contenta que mi viejo también, que esté bien, ayer salimos a tomar once, nos vemos siempre con mi papá y con Adriana, la mamá de Sergio. Somos una familia pequeña, pero nos cuidamos mucho. Y también dando más tiempo a los amigos, a las amigas. Estoy priorizando lo más importante. Tengo ganas de entregar mucho, pero también cuidarme, ver lo que soy yo, lo que quiero entregar como mamá, como mujer, como pareja, como músico. ¡Los 30 años de “Esperando Nada” me están pegando bien! (Ríe).

Nicole presentará “Dame Luz Tour” el 10 de julio en Movistar Arena. Venta de entradas a través del sistema Puntoticket.

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