“Se iba olvidando lo que vivimos juntos”: el desgarrador relato de Jaime Vadell a días de la muerte de su esposa, Susana Bomchil

“Es jodido”, reconoció el actor sobre los últimos años de quien fuera su pareja por más de 50 años.

Un complejo momento personal atraviesa por estos días Jaime Vadell, quien hace un poco más de una semana sufrió la dura pérdida de quien fuera su esposa por más de 50 años, Susana Bomchil.

Tal como venía contando desde hace un tiempo, la actriz enfrentaba una delicada situación médica, y un diagnóstico que afectaba su movilidad y memoria.

Y ahora, Vadell se refirió al fallecimiento de la diseñadora teatral, y también a su inesperada aparición en la obra Aquí me bajo yo, sólo horas después de su pérdida.

“Creo que tenía que hacerlo. El escenario tiene la gracia de que uno se blinda y no entra nada de afuera. Ni siquiera le dan recados, ni buenos ni malos, no le dicen nada de lo que pasa afuera cuando uno está en la obra. Es una cosa absurda, pero es así. Yo no sé si hay otro trabajo que tenga características similares. Los escritores, cuando se cierran a escribir, parece que también se vuelan”, expuso en charla con la Revista Sábado.

Además, recalcó que fue él quien quiso justamente presentarse en las funciones de los días sábado y domingo posterior al deceso de Susana.

“El trabajo ha sido bien importante para mí y lo sigue siendo. Porque es un arma de sobrevivencia. De ahí me agarro”, subrayó.

Pero eso no es todo. Además, el actor fue consultado sobre si el hecho de acompañar durante tantos años a Bomchil con su delicada enfermedad le sirvió para estar más preparado a la hora de su deceso.

Eso sí, su respuesta fue tajante: ”nadie está preparado”.

“Uno nunca está listo para la muerte de las personas cercanas. Porque no solo se mueren las personas enfermas, se mueren también las personas sanas. Además de esa enfermedad que ella tenía, era una cosa media rara. No eran los riñones, no eran los pulmones, era la cabeza. Eso puede durar 20 años”, explicó.

El gran temor de Jaime Vadell

Incluso, Vadell sostuvo que su esposa poco a poco “se iba olvidando lo que vivimos juntos y uno pone en duda si lo vivió o no. Sí, es jodido eso. Muy jodido”.

De todas formas, sostuvo que ella siempre lo reconoció como el gran amor de su vida.

“(Lo hizo) Hasta el final. Se reía cuando yo aparecía. Preguntaba por mí también cuando no estaba. Yo era su cable a tierra. Todavía uno está medio choqueado. Pero empiezo a notar la ausencia y me temo que en la medida que pase el tiempo, ese sentimiento va a ser más grande”, cerró.

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