Han pasado los años y hoy la oferta programática de la TV abierta no muestra un programa dedicado especialmente al arte de los sabores. Y pucha que hace falta, sobre todo en estos tiempos de cuarentena donde todos en alguna medida hemos metido las manos a la olla con disímiles resultados.
Desde esta tribuna salgo al paso de tal decisión. Y lo hago con todo el respeto y admiración por la labor del productor ejecutivo del espacio, Pablete Alvarado. Es que el hombre sabe de programas franjeados y lo ha demostrado. Sin embargo, esta vez no estoy con él. Creo, derechamente, que se equivocó.
Encontrar a talentos por estos días es más fácil que hace dos décadas. Basta con ver las RRSS y plataformas como Instagram para determinar que hay fugaces estrellas dando vueltas.
La actual crisis que vive el país ha traido consigo el alza de rating de la TV chilena (encendido de televisores va en aumento). En ese contexto, una de las más beneficiadas ha sido la telenovela de Mega.
Desde que comenzó el Estallido Social hasta ahora en plena crisis de Covid-19, los jefes comunales se han tomado la pantalla chica.
En este contexto donde la información prima sobre el desorden, Luis Jara desarrolla estoico su rol. El cantante-conductor ha sabido navegar en las nuevas aguas que corren en el matinal y el público lo sigue y aplaude.
La "matinatón" propuesta por Vasco llega en un momento donde los encendidos de televisores van en alza. Es decir, la gente está viendo más TV nacional. Y eso se explica porque las audiencias se están quedando en sus casas y requieren cada vez más información.
