“Denominación de Origen”: La lucha por la longaniza que se convirtió en una historia de identidad y justicia

“Denominación de Origen”: La lucha por la longaniza que se convirtió en una historia de identidad y justicia.
“Denominación de Origen”: La lucha por la longaniza que se convirtió en una historia de identidad y justicia.

Tomás Alzamora, director de la película, conversó con el diario pop sobre su obra, la comunidad sancarlina y cómo la controversia por la "Mejor Longaniza de Chile" se transformó en un relato sobre identidad, humor y resistencia.

En un rincón del sur de Chile, en el pequeño pueblo de San Carlos, la longaniza no es solo un alimento, sino un verdadero símbolo de identidad.

Y si hay alguien que lo sabe bien, es Tomás Alzamora, director de “Denominación de Origen”, una película que rinde homenaje a esa tradición local y a la lucha por la dignidad de su gente.

En una entrevista exclusiva para el diario La Cuarta, Alzamora compartió detalles sobre la película, el proceso de creación y cómo un pequeño pueblo, aparentemente desconocido para muchos, se convierte en el epicentro de una gran historia de resistencia y humor.

“Soy San Carlino”, dice Alzamora con una sonrisa al recordar sus raíces. “Desde siempre, la identidad y el patrimonio en San Carlos han estado presentes. La longaniza, Violeta Parra, Los Ángeles Negros, las calles de mi pueblo... todo eso forma parte de mi historia”.

De hecho, fue precisamente esa identidad la que inspiró al cineasta a llevar a la pantalla grande una historia que, aunque nació en su tierra natal, habla de algo mucho más universal: la lucha por la identidad y el reconocimiento cultural.

La película, que tiene como fecha de estreno en salas nacionales para el próximo 24 de abril, narra la historia de cómo Chillán les arrebata el premio a la “Mejor Longaniza de Chile” y cómo, a raíz de esa injusticia, los sancarlinos inician un potente movimiento social para recuperar su preciada denominación de origen.

Alzamora, quien también participó en la creación del guión, explica que la historia tiene un trasfondo serio, pero la forma de abordarlo es un tanto inesperada: con humor y una buena dosis de picardía.

CINE
Póster “Denominación de Origen”.

Para Alzamora, la película es el resultado de años de reflexión sobre lo que significa San Carlos para él y su gente.

“Cuando me fui de San Carlos a los 17 años, me di cuenta de lo que había dejado atrás. No había universidades, así que tuve que irme, pero fue entonces cuando comencé a estudiar cine y a mirar las cosas de una forma diferente”, relata Tomás a La Cuarta.

Y fue en ese regreso a su pueblo, después de haber vivido fuera, cuando Alzamora se dio cuenta de cuántas historias había por contar. “Mi primer sueño fue hacer una película, y tras estudiar cine, mi primera película, ‘La Mentirita Blanca’ (2017), también trataba sobre la identidad en San Carlos,” explica.

“Con Denominación de Origen, la idea llevaba tiempo dando vueltas en mi cabeza, pero lo que realmente me impulsó a hacerla fue el momento en que nos quitaron el premio”.

En 2018, durante la Fiesta de la Longaniza de Chillán, la controversia sobre la “Mejor Longaniza” provocó un escándalo que puso a San Carlos en el centro del debate. Chillán se llevó el reconocimiento, y esa fue la chispa que encendió la llama de la película.

El humor como herramienta de reflexión

Lo que podría haber sido una tragedia para los sancarlinos, Alzamora lo convierte en una historia con un tono cómico, pero con un mensaje mucho más profundo.

“Para mí, como San Carlino, que nos quiten el premio por la longaniza es un drama. Pero, al mismo tiempo, creo que el humor es una forma de manejar la seriedad. A veces, cuando uno se enfrenta a situaciones graves, no sabe si reír o llorar”, dice el director, quien asegura que el desafío fue encontrar el equilibrio entre el tono cómico y la profundización del tema a medida que avanzaba la historia.

“Denominación de Origen”
“Denominación de Origen”.

El director describe su enfoque como algo orgánico: “Empezamos con un tono ligero, pero a medida que la película progresa, la seriedad va ganando terreno. Es una forma de contar las cosas que siento. No quería hacer una comedia absurda, pero sí quería que el público sintiera esa tensión entre lo que es gracioso y lo que es realmente importante”.

Una comunidad que actúa con el corazón

Uno de los aspectos más interesantes de “Denominación de Origen” es el elenco, compuesto casi exclusivamente por actores de San Carlos, muchos de los cuales nunca habían tenido experiencia en cine.

Alzamora habla con orgullo de cómo la comunidad se volcó al proyecto.

“Hicimos un casting con más de 200 personas. La gente estaba muy entusiasmada. Algunos de ellos nunca habían podido cumplir su sueño de ser actores. Algunos lo hicieron por falta de recursos, otros porque sus maridos no los dejaban. Pero al estar en la película, estaban cumpliendo ese sueño. Fue un proceso emocionalmente poderoso”, comenta.

Para Tomás, este elenco natural le dio un valor único al proyecto.

Muchos de ellos no son actores profesionales, pero lo dan todo. Lo más impactante fue la autenticidad de sus gestos, de sus voces. La energía de la gente del pueblo fue fundamental. No tienen formación, pero eso les dio una frescura que ningún actor profesional podría replicar”. Esta energía y naturalidad fueron clave para crear una atmósfera auténtica que da vida a la historia.

Denominación de Origen
“Denominación de Origen”.

Otro aspecto novedoso de la película es su formato híbrido entre documental y ficción, algo que Alzamora describe como una forma de liberarse de las estructuras cinematográficas tradicionales.

“Después de mi primera película, me sentí agotado de la técnica. Me cansó preparar una escena durante horas y luego filmarla en solo 20 minutos. Quería algo más libre, algo más cercano a la realidad. Por eso, decidí que íbamos a filmar casi como si fuera un documental, con la cámara siempre en movimiento y los actores improvisando en algunas escenas”.

Este enfoque permitió al director experimentar de una manera única, lo que le dio a la película un aire fresco y cercano.

“Lo que más me interesaba era que los personajes se sintieran reales. La cámara nunca está quieta. Todo se siente más espontáneo, más cercano a lo que ocurre en la vida real. Eso era lo que quería, un retrato auténtico de lo que realmente es San Carlos”.

Un reconocimiento internacional

A pesar de ser una película local, “Denominación de Origen” ha sido aclamada en varios festivales internacionales, como el Festival Internacional de Cine de Valdivia, donde ganó el Premio del Público y el Premio Especial del Jurado.

“Es un honor recibir estos premios, pero lo que realmente me importa es que la película haya conectado con la gente. El reconocimiento es solo una confirmación de que lo que queríamos contar ha llegado a las personas de la forma que esperábamos”, expresa Alzamora, quien también celebra que la película haya sido reconocida en festivales internacionales como BAFICI y el San Diego Latino Film Festival.

Mensaje de unidad

En cuanto al mensaje que espera transmitir a los espectadores, Alzamora tiene claro lo que quiere dejar: “La película habla de la importancia de la unidad. Vivimos en una sociedad que está dividida, pero a través de la historia de este pueblo, espero que la gente vea lo necesario que es unirnos, respetarnos, encontrar puntos medios. No solo en la película, sino también en la vida real. Eso es lo que espero que el público se lleve al verla”.

Con “Denominación de Origen”, Tomás Alzamora no solo entrega una película sobre la longaniza, sino una historia sobre la lucha por la identidad, la comunidad y la dignidad. Una lucha que comenzó en San Carlos, pero que, como toda buena historia, trasciende fronteras.

COMPARTIR NOTA