Mi esposa definitivamente no me infla, porque está enamorada de un actor de teleseries que jura que la pescaría. Me dice gordo, guatón penca, se ríe de mí y a las 22.45 en punto se pega en la tele como si el mundo se fuera a acabar.
Doctor Cariño:
Mi esposa definitivamente no me infla, porque está enamorada de un actor de teleseries que jura que la pescaría. Me dice gordo, guatón penca, se ríe de mí y a las 22.45 en punto se pega en la tele como si el mundo se fuera a acabar.
Eso me tiene podrido, mientras en la botillería que queda abajo de mi departamento hay una venezolana que me mira con ganas. Es más linda que un sol y estoy seguro que si la invito a salir me resultaría todo. Es más bonita que mi señora. Las cosas como son.
Darío
Mi caballero:
Si su mujer no lo pesca y prefiere quedar con los ojos cuadrados viendo TV la culpa también sea suya. Si usted hiciera un trabajo de verdad; es decir, que la llamara a diario para decirle palabras románticas o llegara con un ramo de rosas una vez al año o la agarrara y se la llevara a un motel como un adolescente, no estaría fijándose en un personaje inalcanzable de la pantalla chica.
O sea, se podría parar afuera de un canal y conseguir un autógrafo, y si le salta la liebre sólo un milagro la tendría en los brazos del famoso. Pero no es así. La venezolana mírela de lejitos, y a su esposa apáguele la televisión, se para enfrente de la pantalla y la mira a la cara. Le plantea todo lo que le estoy diciendo. Si le va mal, agarre sus cosas, pase a la botillería y enfile a un mejor lugar. Aunque creo que su señora lo valorará y se quedará con usted. Suerte.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com