Opinión de Scarleth Cárdenas: "Francisco: esclavo de tus palabras, dueño de tus silencios"

A comienzos de 2015 Osorno se remecía con la llegada de un cercano al cura Fernando Karadima: Juan Barros Madrid era nombrado obispo de la Diócesis.

"Juan Barros estaba ahí mirando cuando abusaba de mí", relató Juan Carlos Cruz a BBC Mundo. El periodista asegura que, sin embargo, guardó silencio. Y recibió las primeras denuncias, pero "simplemente las rompía".

El día en que Juan Barros debía asumir como obispo, la Catedral de Osorno se tiñó de oscuro por la protesta de 650 manifestantes, que levantaron globos y banderas negras. "¡Fuera!", gritaban. Hubo empujones, la ceremonia se retrasó, intervino Carabineros y todo terminó con varios detenidos.

Esto no quedó allí, un grupo de fieles se plantó frente al Papa para contar su historia. Mientras tanto, un ciudadano argentino registraba la escena.

Francisco -con voz firme y moviendo las manos con fuerza- les replicó: "Han juzgado a un obispo sin ninguna prueba. Así que piensen con la cabeza y no se dejen llevar por las narices de todos los zurdos que son los que armaron la cosa (...) Por favor, no pierdan la serenidad. Osorno sufre, sí. ¡Por tonta! Porque no abre su corazón a lo que Dios dice. (...) Yo soy el primero en juzgar y castigar por acusaciones de este tipo. Pero en este caso, ninguna prueba."

Jorge Bergoglio apoyó decididamente al obispo cercano a Karadima.

Los crímenes de Fernando Karadima fueron investigados por los tribunales chilenos. Sus delitos fueron acreditados, pero estaban prescritos. Así zafó de la justicia. Recibió una condena canónica y fue suspendido -de por vida- de sus funciones. Nada más.

Juan Barros llegó siendo muy joven a la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Providencia. Allí se hizo cercano a Karadima.

En nuestro país, el nombramiento de Juan Barros como obispo de Osorno fue rechazado también por 30 sacerdotes y diáconos. Enviaron una carta al Nuncio Apostólico Ivo Scapolo para confesar que estaban "irritados" y "no se sentían acogidos por la Iglesia".

¿El Nuncio nunca le informó al Papa de los antecedentes que pesaban contra Juan Barros? ¿Qué historia contó? ¿Sólo la que escribió la justicia? El sacerdote Felipe Berríos cree que Ivo Scapolo es quien tuvo la mayor responsabilidad en su nombramiento.

"No tuve conocimiento" (de los abusos de Karadima) dijo -alguna vez- Juan Barros a los osorninos. Pero no le creen. Y ahora, quieren decírselo al Papa en Chile. ¿Serán recibidos?

Felipe Berríos esperaba algún "pequeño gesto" del Papa con las víctimas de Karadima. No es suficiente para Juan Carlos Cruz: "Tienen que haber gestos concretos. Se lo pedimos en cartas y por todos los medios diplomáticos y no quiso. Le irrita".

Y probablemente, para no irritarlo -en Iquique- el fallo eclesial contra el ex obispo Marco Antonio Órdenes, abusador de un adolescente, será postergado para evitar empañar la visita del Papa a la ciudad nortina. Una decisión de la Iglesia católica que posterga a su pueblo y pone el foco en su cúpula.

¿Francisco viene a eludir los problemas? ¿Debería pedir perdón? Eso ha sido parte de la discusión de estos días. Jaime Coiro, portavoz de la Conferencia Episcopal de Chile, asegura que el Papa tiene toda la información de los graves abusos en Chile: "Tenemos que estar atentos a las palabras que nos diga", advierte.

Al otro lado de la Cordillera, en Argentina -la tierra natal de Jorge Bergoglio- el vocero de la Conferencia Episcopal Jorge Oesterheld no se guarda nada. El próximo lunes, el Papa viajará por sexta vez a América Latina y jamás ha pisado suelo transandino. "Es doloroso que pase por arriba nuestro y aterrice en otro lado", dice. "Nos cuesta a los argentinos digerir esto", confiesa.

Pero viene a Chile y su visita cuesta 11 mil millones de pesos. Las encuestas muestran el enojo de los chilenos por el gasto fiscal. Pero importa también saber ¿Cuál es su misión? ¿Qué viene a decir? ¿Hablará -por ejemplo- de los niños del Sename? Un grupo de abogados y ex internos del Servicio Nacional de Menores también esperan sus palabras por esos niños que sólo existen cuando mueren. ¿Hablará el Papa de nuestros pueblos originarios y su histórico conflicto con el Estado chileno? El Presidente Evo Morales asegura que el Papa se juega por "Mar para Bolivia". Muchas expectativas ¿Pocas o muchas palabras? Hay tanto que decir... Francisco: Somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios.

COMPARTIR NOTA