Si usted le encuentra la cara conocida a Nataly Tavares (29) es porque la ha visto en la tevé. Ha participado de "Talento Chileno", en "Quiero un Cambio" (donde se operó la delantera), en "La Bella y el Geek" y ahora mata como Isabella en "Roommates", la serie califa del canal HBO del cable.
Nataly es brasuca, pero hace cinco años que llegó a Chile para buscar suerte en el terruño. "Soy actriz, y vine a trabajar, no pensé que me iba a ir tan bien. Venía por poco y quería volver a Brasil, pero no se qué me pasó y me quedé. Empecé a trabajar como extra, a estudiar un poco más y a mejorar mi acento", soltó la chiquilla.
- Si parece chilena ya, oiga. ¿Cómo la llamaron para la serie?
- Damián Bodenhofer, quien también participa en la serie, se contactó conmigo porque andaban buscando una chica brasileña y como somos amigos, me ubicó. Me dijo que había un gran contenido erótico.
- ¿Cuándo grabaron?
- Empezamos en octubre del 2013 y terminamos este año, los 10 capítulos de la serie ya están grabados.
- ¿Qué te dice la gente a través de la redes sociales?
- Me felicitan y me pregunta mucho por la producción, que es impecable. Es una serie que está muy bien hecha, es muy hot, muy sexual. La serie se trata de sexo, ese es su tema. Es mostrar la vida sexual de las cuatro protagonistas.
- ¿Quedaste contenta?
- Sí, obvio, mucho, pero te confieso que estaba asustada. A nosotras no nos mostraron las escenas listas, entonces nos sabíamos cómo iba a ser. Estamos contentos con el resultado.
- ¿Te acuerdas qué fue lo primero que te tocó grabar?
- Sí, fue una escena de masturbación. A mí me tocó todo seguido después. Habíamos grabado muy poco de sexo y luego me tocaron todas las escenas juntas.
- Como la dieta de la hormiga... una tras otra...
- Jajajá, sí, porque la serie no se graba como se ve, se graba saltada. La verdad me tocó dificil, me tocó los tríos, las relaciones bisexuales.
- ¡Ándate cabrita..!
- Pero es todo simulado, nosotros estamos con "tapasexo" y la escena se graba muy cortado. El director te habla a cada rato, están los técnicos, los camarógrafos, no hay un momento íntimo.
