
La Firme con Diego González: “Mi mamá me tira sus consejos… no quiere a su hijo rodeado de actrices nopor”
Su versión —“guachaca, Fruna, como le quieran llamar”— de lo que entiende por un reality show —subido de tono, mezcla improbable de influencers y actrices triple equis— le ha permitido crear los programas chilenos más vistos de Internet el último año. El Capataz desmenuza aquí el camino, las claves. Y avisa: en un tiempo quiere a sus realities en Netflix. “Me veo con formatos nuevos, siendo como un Mr. Beast chileno”.
Sucedió hace un año, cuando Diego González dispuso al fin del dinero adecuado en su cuenta. Con algunas victorias encima —decenas de entrevistas a sus ídolos del reggaetón, un ojo entrenado para rastrear a los próximos astros de la escena urbana local y la gracia suficiente para cautivarlos con sus planes— el painino creyó que ya era momento de suspender su costado más periodístico y echar a andar la disparatada idea, que rondaba hace largo rato, harto de mirar a los de siempre, de hacer su propio reality show.
“Este es el momento”, se convenció con el retorno del formato telerrealidad a la televisión chilena, “porque se van a poner de moda”. Y apostó por el relato que él —confeso seguidor— considera que hace de este género algo diferencial, entretenido. Con los suyos, un mix de influencers, artistas, creadores de contenido y actrices triple equis, rescatar las relaciones y/o tramas auténticas, quizás antagónicas. Con un poco de suerte, configurar una remozada versión del Juan Chispa Lacassie contra Francisco Anderson Huaiquipán. Mostrar un poco más allá de lo recomendable. Piensa González, al fin y al cabo, la esencia de un reality show es que “saca lo mejor y lo peor de las personas”.
Secreto en la cabaña, estreno del Diego González director de orquesta, no sólo devino efímera obra maestra de Internet sino que propició una segunda temporada, el interés de otro público, nuevos participantes, censuras de YouTube, una inesperada mudanza a Arsmate, contenido explícito para adultos, montañas de dinero, millones de reproducciones, spin-offs, mayores inversiones, cierta profesionalización del producto. René Puente, Carlitos Vera. Reproches, denuncias cruzadas, farándula, un presunto abuso, funas. Nutrir el último reality de Canal 13.
Hizo de González, como lo apodan, un capataz.
En octubre del año pasado, el prolífico escritor y guionista Simón Soto lo definió “un mago del audiovisual” parido en “las entrañas” del “capitalismo tardío chileno”. Y a René Puente y Carlitos Vera, unos “Quijote y Sancho tercermundistas, disociados y limítrofes” movilizados por “la prosa audiovisual” de un “Cervantes postcapitalista” según percibe al painino.
¿Cómo un flaco tímido con pretensiones futboleras es ahora el cerebro detrás de los programas más vistos de Internet? A continuación, él mismo lo cuenta.
Su alter ego, el apoyo familiar, un breve paso por el periodismo tradicional, sus relaciones amorosas, el Torneo de Cell, sus pendientes. Y lo que tiene entre manos.
La Firme con Diego González:
Mi infancia fue súper sana y yo era muy piola. Gracias a Dios, mis papás hicieron un esfuerzo para salir de Santiago, éramos de La Pintana, y llegaron a Paine, así que me crié viendo harto verde y en un colegio bien sano, que era de monjas, que te hacían rezar en la mañana. En todos los recreos era fútbol, fútbol, fútbol, y después en el horario de almuerzo comíamos rápido pa’ seguir jugando a la pelota. Esa era como mi vida y la de mis compañeros. No estábamos pendientes de las minas, de creernos bacanes, nada, íbamos con zapatillas de fútbol al colegio. Entonces fue súper sano, hasta octavo que me cambié a un colegio en el que eran un poco más desordenados, pero yo seguí siendo piolita. Después de la universidad recién me empecé a desordenar un poquito más.
Yo era de los que no le contaba a la mamá nada. Si me gustaba una niña no le contaba a nadie, tampoco era de acercarme a una mina si es que me gustaba. Por ese lado era bien tímido. Y en la universidad, con los trabajos, las disertaciones, también.
Diego González, El Capataz, el entrevistador, es un personaje. Es como mi alter ego que sale cuando tiene que salir, pero mi vida real es súper tranquila. Cuando me prenden la cámara es como que activo un chip y me vuelvo loco, pero hasta ahora sigo siendo bien bajo perfil en mi vida normal. En los carretes obviamente también eso cambia. Con copete es diferente. Mi personaje es muy diferente a mi persona, que es terrible piola.
A mi hermano más chico trato de darle todo lo que yo no tuve. Tengo cuatro hermanos, yo soy el del medio. Los más grandes ya tienen familia y todo. El que viene después de mí recién empezó a trabajar, y el más chico va en el colegio todavía. Ese es mi regalón, al que le ha tocado más bacán. Play Station, motos de cuatro ruedas. Hueás que de cabro chico siempre quise tener y nunca tuve. Él las goza todas: zapatillas, gorros. Hereda todos mis canjes.
Mi familia siempre me ha apoyado, desde que empecé, con lo poco que hice como periodista en los medios tradicionales, como entrevistador y ahora ya cuando el contenido se ha puesto un poco más loco. Mi papá trabaja conmigo, lo saqué de su trabajo, a mi mamá también. Los dos tienen un sueldo pagado por mí y mi empresa, sólo pa’ que no trabajen, ¿cachái? Entonces, por ese lado están ultra felices. Y también por mí, les encanta lo que hago.
Mi mamá de repente me tira sus consejos... tampoco va a querer a su hijo rodeado de treinta actrices porno y chupando teta, po hueón. Pero lo ha logrado entender y me apoya, porque sabe la persona que soy, po. Sabe que mi personaje y mi trabajo van por un lado, pero mi persona va por otro.
Quería estudiar algo entretenido, pensé en teatro, profe de educación física. Pero me enteré un poquito del periodismo y me gustó el periodismo deportivo. Lo elegí y me gustó la carrera. Así que fue una buena decisión. Hice la práctica en La Tercera y me quedé colaborando un tiempo.
El Pepe Rojas se enojó conmigo por un titular y tuve que mostrar los audios. Como uno era más joven, cachaba la hueá de los memes y todo, me fui por ese lado y salió el título por ahí. Se enojó, po. Como era La Tercera, él nunca pensó que le iban a sacar un título tan meme. Era algo como: “No me molestan los memes de mi velocidad, pero tampoco me gustan”. Se enojó y llamó al editor de ese entonces. Yo era más reportero que escritor, igual siento que escribía bien pero reporteaba mejor. Me mandaban a reportear siempre. Una vez me mandaron al Castillo a buscar a Juan Carlos Gaete, cuando se fue al tiro del Colo..., igual, po hueón. Iba al choque, nomás. Me pasaron hartas cositas así, pero fue una buena trabajar en prensa.
Desde chico siempre tuve el instinto creativo, con los celus de mis papás grabábamos cosas con mis hermanos. Cosas chistosas, con efectos súper simples. Y cuando ya estudiaba periodismo, el primer año, yo que siempre he sido fanático del reggaetón, me conseguí los micrófonos de la Universidad Santo Tomás y probé suerte hasta que un artista me pescó. Era más que nada para conocerlo, pero después empecé a subir las entrevistas a un canal, que era como el canal del correo, por eso partí llamándome Diego González, un nombre súper simple, Diego González TV. Y ahí le fue bien a algunas, me fui haciendo un currículum y después ya fui por más artistas grandes. Por el género chileno crecí un poco más, de la mano con ellos. Y ahí fui cambiando los formatos hasta llegar a lo de ahora.
Engrupía a los managers de artistas grandes para hacer las entrevistas. Los puertorriqueños llegan acá y no cachan nada, po hueón. Les podís decir: yo soy de la radio, no sé, cualquier hueá, de Sony, y no van a cachar tanto. Entonces por ahí pillé volando bajo a uno y cayó, y después cayó el otro, el otro, y teniendo algunos nombres en la lista, los otros van saliendo solos.
Mi sueño siempre fue conocer a Jowell & Randy, más que a Daddy Yankee, a Don Omar o a cualquiera, y ya lo logré. Les hecho como tres entrevistas y ya me conocen, entonces llegar a conocer a tus ídolos, con algo que partió como hobby, pa’ mí es genial. Entrevisté a leyendas como Yomo, aunque fue bien pesao el hueón. A Almighty, que era mi favorito de ese tiempo y que obviamente estaba bien loco. Fueron un poco tensas, pero de ahí fui aprendiendo, po. Y a casi toda esa generación del trap, Brytiago, Noriel, Darkiel, Bryant Myers.
Nunca esperé que los artistas (nacionales) fueran top 1 de Chile para hacerles las entrevistas. A Cris MJ yo le hice su primera entrevista, a Marcianeke, a Pailita. Yo les daba la oportunidad porque yo estaba más arriba que ellos. Entonces, por ahí se puede interpretar que yo les serví o les ayudé, pero tampoco me doy tanto mérito. Con el talento que tienen, iban a salir a flote sí o sí, no porque yo les haya hecho una entrevista. Sí les aporté en su momento, en sus inicios, cuando los artistas más necesitan ayuda y los medios tradicionales no les dan cobertura.
Cuando vai agarrando números, un poquito de poder y cercanía con los artistas, podís probar suerte con otros formatos. Hacer más que una entrevista sentado en dos sillones, po. Lo primero fueron los docus, donde los artistas me permitieron entrar en sus vidas. Después, ir a mi casa, comer, después las tinajas. Cosas más extremas, como los saltos en bungee, que años después lo cerraron porque se murió una persona, así que gracias a Dios no le pasó a ninguno de los artistas. He saltado en avión, he hecho muchas cosas, y así han ido volviéndose un poco más locos los formatos, y cuando ya tuve unas lucas también me tiré pa’ lo de los realities.
El que me sorprende todavía harto es Pailita por cómo es como persona, por su humildad. Es alguien que te da harto cariño, se nota que su esencia viene del sur, ¿cachái? No se ha olvidado de mí, porque mucha gente, aunque tú los hayái entrevistado de los primeros y todo eso, después se pegan y se olvidan.
Que los artistas me hagan la desconocida es pan de cada día. Primero, ya estaban olvidones porque entiendo que tienen menos tiempo, también ahora todos los quieren entrevistar. No sé, po, por ejemplo a un artista ya pegado lo entrevista Canal 13, van a las radios, van a los diarios y aparte que hay muchos más medios digitales que se dedican a lo que hacía solo yo antes. Entonces, por ese lado, tienen menos tiempo. Pero yo no lo justifico, yo no sería tan olvidón. Tampoco es doloroso, porque siempre he sabido reinventarme y seguir entrevistando a artistas nuevos. Y también haciendo hartos contenidos, hemos hecho hasta partidos de fútbol. Y pucha, después llegué a lo de los realities, y muchos artistas ahora me ven como poco serio por andar con algunos de los personajes que ando, como el Tío Rene, Carlitos Vera, Flaitiano. Entonces, más desconocida te hacen.
Le tengo mucho cariño al Paseo de curso, pero creo que ahora quedó después de los realities. Los realities son como una especie de Paseo de curso pero más completo. Por ejemplo, El secreto en el lago II incluyó paseo hacia el lugar que fuimos. Entonces es mucho más completo, po. Igual en el Paseo de curso se pasó bacán y fue como mi primera demostración de que podía pescar, no sé, quince artistas, quince personajes, y hacer algo diferente.
Más que un entrevistador, yo era un creador de contenido. Y yo mismo descubrí que por ahí estaba el camino, de hacer cosas diferentes, porque ya muchas personas estaban haciendo entrevistas, quizás con más recursos que yo. Tenía que hacer algo diferente, ¿cachái? Porque hice muchas entrevistas, aporté harto, entonces tenía que buscar algo nuevo y yo creo que ese fue el formato (Paseo de curso) con el que la gente me reconoció como creador de contenido.
Una vez mearon a un artista, un artista (Jairo Vera) meó a otro, jajajá. Otro se quedó dormido allá arriba donde uno mete los bolsos. Una vez los Power Peralta estaban súper preocupados por sus lesiones, como son bailarines, y el primer hueón que se cayó al agua fue un Power Peralta. No sé, una vez fuimos a carretear sin cámara porque habíamos algunos macabeos... no, muchas cosas. Imagínate ir de aventura en un bus, con puros hombres. La otra vez fuimos a un partido en Talca y querían balearnos el bus, po hueón, porque no invitamos a unas personas al after... imagínate la locura.
Camarita Amiga ha sido parte de mi éxito, era mi audiovisual en la mayor parte de mi ascenso. Ella también era fan del reggaetón, y a mí me grababa cualquier persona, amigos de la u, amigos de Paine, primos. Entonces, como a ella también le gustó y siempre andaba conmigo, ya que era mi pareja, me empezó a grabar y después se fue puliendo hasta convertirse en Camarita Amiga. Ya era un personaje, grababa partidos y sostenía la cámara como una hora, hueón, cosa que algunos camarógrafos de ahora, que estudian, no pueden. Ella se pulió y éramos una buena dupla.
Camarita Amiga es la única mujer que he amado y que todavía amo. Es la única relación seria que he tenido y se hizo pública. Entonces la gente pregunta, es un poquito copuchenta, pero estamos bien, tenemos buena relación, un perrito en común. A veces nos vemos y de repente... van a poder sorprenderse y, a ver si funcionan las cosas, tener novedades.
En primera instancia soy periodista, que es lo que estudié y lo que me diferencia de cualquier persona que hace videos, pero hoy en día soy creador de contenido. Engloba más cosas que ser entrevistador, conductor. No sé, hueón, yo soy como yo, fluyo. Soy un loco, hueón... jajajá.
No lo vi tanto, porque mis papás no me dejaban quedarme hasta tan tarde viendo tele, pero Protagonistas de la fama, donde salía Ballero, fue el primer reality que conocí. Estoy viejo, jajajá. Los primeros que vi fueron 1810, La Granja y mi favorito fue Mundos opuestos, cuando estaba el Chispa y el Huaiquipán. Después Año cero, los del Mega, esos de amor. Encuentro que el formato de los realities es muy entretenido, que saca lo mejor y lo peor de las personas.
Siempre supe que iba a funcionar si aplicaba el formato de los realities a los personajes que a mí me gustan o a los cantantes. Pero no tenía la plata pa’ hacerlo, po. Hasta que en un momento tuve las lucas, arrendé una casa en el Cajón del Maipo y ahí hice el primer reality. No era tan loco, pero ahí fueron evolucionando y pude aplicar el método mío con la gente que a mí me gusta, porque creo que la gente igual ya está aburrida de los mismos personajes de la tele, puros mijitos ricos, siempre lo mismo.
Cuando volvieron los realities en la tele, después de varios años, ahí dije: yo igual voy a hacer un reality. Este es el momento, porque se van a poner de moda. Versión guachaca, versión Fruna, como le quieran llamar, pero lo voy a hacer. Sabía que a modo digital le iba a ir bien. Hice Secreto en la cabaña I y después, con el mismo impulsito, hice Secreto en la cabaña II, que fue un poco parecido pero ya con su versión sin censura. Y le fue súper bien, po. Y en un tiempo más, con las mismas ganancias que conseguí gracias a las plataformas para adultos, pude invertir para Secreto en el lago I, en una mansión, con una producción más bacán. En cuanto a eso, nomás, porque el equipo siempre hemos sido como tres personas.
Llegué a las actrices porno, porque personajes hombres siento que hay muchos y mujeres no tanto. Al principio estuvo la Shonay, La Fixa Pilar —que no quiso ir—, pero no hay tantos personajes mujeres. Entonces empecé a buscar cantantes femeninas, invité a algunas, y pa’ meterle un poco de morbo, busqué a estas influencers que tienen OnlyFans, y llegué a que había actrices porno en Chile. No las conocía tanto y yo creo que la gente tampoco, así que las invité como gran novedad. Invité a dos actrices porno y creo que fue bueno, porque tienen otra mentalidad y abren un poco la mente a los mismos participantes, a mí y a la gente. Funcionó bien esa mezcla, de personajes, gente más piola y actrices porno. Gracias a eso se me abrieron las puertas para plataformas para adultos.
La gran mayoría de las cabras que tienen Arsmate me ha hablado o se ha acercado a decirme que le gustaría participar en algún reality o en algún proyecto. Han visto el impacto que han tenido las chiquillas que he llevado. Algunas han sido más agradecidas que otras, pero a todas les ha ido bien. Por ejemplo, ahora me meto a un stream, de estos cabros que hacen en sus casas carretes y cosas, y veo a todas las cabras que yo he invitado a mis realities vacilando. Las entrevistan, las invitan a cosas, y antes no po, entonces eso me alegra. Antes ni siquiera yo las conocía, estaban sólo para un público de hueones pajeros que las seguían, po. Pero ahora llegan a un público general y es mérito de ellas, no solamente mío.
Cuando descubrí Arsmate, ahí vi plata de verdad por primera vez. Muchos, muchos millones. El negocio de las plataformas para adultos es demasiado rentable. Yo antes ganaba solamente con visitas y con anuncios de publicidades. Después pude invertir de verdad en un proyecto, renovar mi auto, darme mis lujos, contratar a mis papás, a mis amigos, crear mi empresa, cambiar las cámaras. Eso, no sé si cambió mi carrera, pero me cambió un poco la vida monetaria y me profesionalizó un poco los videos.
YouTube estaba cada vez más paco, más fome... y mis videos igual estaban muy osados, jajajá. Entonces en uno se asomó un pedacito de teta y me bajaron un video. Después me bajaron otro por actitudes sexualizadas. Pero igual se entiende. Un enano se estaba haciendo una cascada en la guata y una mina le estaba recibiendo el copete..., no sé en qué hueá estaba pensando, jajajajá. Pero así uno va aprendiendo y entiende que YouTube tiene que quedar pa’ la familia, y hay niños que lo ven, y que hay un contenido pa’ adultos, que es otra locura. Ahí publiqué que necesitaba alguna plataforma pa’ subir las hueás sin censura y me hablaron varias, po. Me hablaron de OnFayer, pero me quedé con Arsmate, que era la mejor opción.
Del Torneo de Cell, al Tío Rene fue el primero al que invité, porque estaba sacando música y era un personaje que tenía un público parecido al mío. Le hice una entrevista, lo invité a algunas dinámicas. Después a Carlitos Vera, después me topaba al Flaitiano en algunos blogs. No hacía tanto contenido dedicado a ellos, pero cuando había formatos con hartos personajes, ellos eran un aporte súper entretenido a los contextos que se daban entre cantantes y todo. Así los fui sumando poco a poco, hasta llegar a los paseos de curso, donde se volvieron personajes importantes y las estrellas de mis videos.
Algunos de los del Torneo de Cell son amigos. El Carlitos Vera me dice papá, lo tuve tres meses viviendo conmigo después de que tuvo un accidente, yo y mi familia lo cuidamos, lo limpiábamos de todo lo que uno se puede imaginar. Ahí uno puede ver que hay un lazo más grande. Lo mismo con el Tío Rene, es un amigo muy cercano. Yo termino encariñándome con ellos, más allá de sus personajes. Me encariño con las personas. Con Flaitiano igual y otros que ya no están conmigo, pero que también yo les he dado harto cariño.
El Tío Rene, Flaitiano, Carlitos Vera son mis estrellas. Actualmente ellos son las estrellas de los formatos. Y otros más que voy a incluir pronto. Son mis estrellas y ahora que ya han habido lucas, se les paga como las estrellas que son y que merecen.
El Tío Rene hace meses estaba vendiendo pinos en Coquimbo, ahora está haciendo dos shows a la semana. Antes, tenía que andar en la calle todo el día, le hacían bullying por algunos lados, se lo cagaban con los shows, con la música. Ahora, gracias al Makigero, que es su cuidador, y a las pegas que le han salido con el boom que ha tenido, está con los shows, ganando más de un millón. Le dejé a una persona de confianza pa’ que le viera los saludos y debe ganar sus doscientas lucas al día por saludos. Yo sin ganarme ni un peso, solamente pa’ que ellos estén bien. Carlitos Vera se creó su Arsmate, ya retiró su primer milloncito. Y es gente que quizás nunca iba a ver esos números y ahora los está teniendo. Sólo depende de ellos y que uno los guíe bien pa’ que puedan triunfar en la vida y darle la vuelta a lo que se esperaba de ellos.
Me molesta la gente que piensa que me aprovecho, porque la palabra no es aprovechamiento: ellos me son útiles en cuanto al contenido, pero también ganan mucho. Es cosa de verlos, como te dije, cómo estaban y cómo están ahora. Todos ganamos con estos videos. Ellos ganan plata, ganan exposición; yo gano que mis videos sean más entretenidos, la gente gana entretención. La misma gente es la que me los pide. Si quizás la gente no me los pidiera, no les gustara, yo los ayudaría de otra forma pero no con videos. Pero la gente generalmente no sabe, critica por todo, ya llevo como diez años en esto y estoy acostumbrado. A la gente no le gusta nada. Me quedo con el apoyo, nomás. Los haters son parte de, y si tanto critican, deberían ayudarlos ellos en vez de hablar a la distancia.
Yo no me siento personaje del Torneo de Cell, no sé si la gente me vea como personaje, quizás como un intermediario. No sé cómo llamarlo, pero ando por ahí, ando rondando, jajajá. Un reclutador del Torneo de Cell puede ser. Pero me gusta el Torneo de Cell. Y al final es algo que no existe, solamente se le llama así a todos estos personajes. Y yo me relaciono con ellos aparte.
Lo más difícil de hacer un reality, actualmente, es encontrar casa. Me han echado de muchas casas, porque es muy desordenado. Cada vez es más difícil. Imagínate, hicimos una en Brasil, después hicimos en una mansión gigante que casi la quemamos. Tuve problemas en Rapel, en las primeras cabañas. Entonces, se van agotando las casas. Así que si alguien tiene una mansión que me quiera prestar, se agradece... jajajajá. Y después de eso, con la casa, hay que buscar los personajes. Cada vez se está haciendo más fácil, a algunos hay que pagarles más, nomás, y se sueltan. Pero eso es lo más difícil. Ya después, llegando el día, yo dejo a mi producción grabando, a mi papá y a mi hermano vigilando algunas cosas, y yo me pongo a chupar como uno de ellos, incluso hasta más, y a puro huear...
Lo que más me llena es ser feliz con mi trabajo, ser feliz cuando trabajo y cuando descanso, ser mi propio jefe, ayudar a otros personas. Lo que me llena es poder tenerle un sueldo a mi papá por estar en la casa y ayudarme en cosas mínimas, lo mismo con mi mamá, poder regalarle cosas a mi hermano chico. Y darme, obviamente, gustitos personales que nunca imaginé tener.
Al reality que le tengo más cariño es... los dos Secreto en el lago. Yo creo que el Secreto en el lago I fue lo que me catapultó y Secreto en el lago II como que me consolidó. Fueron muy grandes y a la gente le encantan. Ahora todos andan diciendo las palabras de los realities y es cuático darse cuenta de eso. Darse cuenta de que uno puede tener el poder de pescar a una persona desconocida, como fue La Chilota en el Secreto en el lago II, y cambiarle la vida. Pasar de ser guardia a ahora estar en un reality de Canal 13. Te hace darte cuenta del impacto que uno puede tener. O ver las visitas de los realities de la tele y mis realities, digitalmente hablando, y tener mejores números. Cuando empecé a estudiar periodismo, eso era impensado pa’ cualquier persona.
Treinta o cuarenta palos está saliendo hacer un reality bueno. Con lo que debería venir ahora, yo creo que voy a gastarme eso. Los primeros realities habrán salido dos palitos. Después diez, veinte, treinta. La barrera del costo va aumentando cada vez más. Y no puedo bajar la expectativa. Necesito invertir en una casa bacán, pagar a los personajes bacanes, traer gente nueva, he hablado con harta gente que ha estado en la tele y que ellos mismos se han dado cuenta del impacto de YouTube, y que les puede servir incluso más que ir a un reality en la tele. Son caros, pero siempre he terminado recuperando.
Esperaba éxito, sabía que me iba a ir bien, pero nunca tanto. No pensé que iba a ser tanto el impacto de los realitys, sobre todo de Secreto en el lago pa’ arriba. No pensé que iba a ser algo como ya de cultura nacional dentro de cierto público. Y que se abriera tanto mi público, además. Ahora lo ven cuicos, lo ve un flayte, lo ve gente adulta. Antes mi público era el que escuchaba la música urbana, nomás.
Si Canal 13 o Mega se manda una cagada, son megaempresas, en cambio si queda alguna cagada en uno de mis realities, el mismo nombre del canal te dice el culpable, Diego González. Entonces todos los dardos caen a una pura persona, que soy yo. Se individualiza la culpa y me toca asumir, nomás po. Son cosas que uno nunca se va a esperar. Quizás lo del Flaitiano teníamos un temor a que no pudiera viajar, pero tampoco éramos tan pesimistas y pasó eso.
Del Fritanga, como personaje, pensé que era más atractivo pero no tiene ni un brillo. Y como persona dejó mucho que desear. Pese a que excompañeros del reality Resistiré me habían advertido de cómo era, nunca pensé que iba a pegarse esa falla. De ser tan macabeo e irse de un reality, y después lo que inventó y no ponerse los pantalones por una infidelidad. Ya terminó de sentenciar lo que es él como persona.
En Secreto en la mansión, los que se portaron mal, los que abusaron, los que supuestamente prendieron algo, los invitó Lelo. Eso pasa cuando dai un poco de poder a otras personas. Ese reality lo iba a hacer en conjunto con Lelo y yo prácticamente no invité a ninguno de los participantes. Yo vi la casa, invertí todo. A los participantes los invitó él. Se escapa un poco de las manos, pero igual asumí la culpa, pagué como quince palos de un jacuzzi. Asumí las pérdidas del reality porque no fueron tantos capítulos. Pero pa’ mí todo es aprendizaje, y cada una de estas embarraditas son aprendizajes. Me han hecho tener mi abogado, tener más recaudos y más cosas para el próximo reality que quiera hacer.
El Lelo no tiene ni un brillo. Creo que está en una demanda contra Diego Pánico y en un párrafo aparezco yo en su demanda, que está llena de faltas de ortografía también. Así que no sé qué seriedad tenga esa demanda. Pero me dio la espalda desde que salió del reality, porque no lo apoyó. Y hasta ahora. En verdad no sé, pensé que era más leal, pero ahí te vai dando cuenta de cómo son las personas.
Lo de Gatita Veve ha sido la funa más fea que me han hecho. No sé qué pensar, de que ahora hable bien de mí, después de que dejó la media embarradita. En Chile el aborto no es legal, entonces no puedo hablar mucho de eso, pero yo no obligué a nadie a hacer lo que ella se hizo a sí misma. Yo no le metí una pastilla en la boca, yo no le pegué ningún combo en la guata, nada. Solamente la apoyé, sentimental y económicamente. Pero lo que pasó ahí es que yo volví con mi ex, en Brasil, y ahí ella actuó de esa forma y soltó esa bomba mediática que me perjudicó en esas semanas. Aunque yo creo que después la gente me la terminó por dar a mí, ya que se dio cuenta de todo. Al final nadie te obliga a hacer, nadie te obliga a enamorarte, nadie te obliga a tener una supuesta pérdida. Así que yo asumí mis errores, aprendí también a cuidarme más, a ponerme el gorrito siempre. Y a no confiar en las personas, aunque te digan que se cuidan, no. Siempre cuidarse nomás, porque nunca sabes lo que puede pasar. Quizás ella no lo planificó, pero sí usó esa arma en un momento de despecho y me dolió harto, porque yo la quise en su momento, fuimos amigos y siempre hablé bien de ella. Hasta que se mandó ese fatality.
Nunca me arrepiento de nada, encuentro cobarde arrepentirse de hueás que ya hiciste. Uno tiene que tener los pantalones, asumir culpas y aprender. Pero obviamente que puedo mejorar mucho. Yo soy muy orgánico, llego a un reality y me pongo a tomar y fluyo y hago lo que sea, lo paso bien, no tengo ninguna pauta, no planifico nada. Entonces quizás podría ser un poco más serio, pero tampoco me interesa serlo. Así que, más que nada, tener cuidado con algunas cosas específicas, y eso. Si pierdo mi esencia, va a dejar de ser lo mismo.
No me interesa que se manche mi historial, porque yo no soy un cura haciendo realities, no soy un empresario. Soy un simple periodista al que le gusta el hueveo, entonces tampoco creo que se espere mucho de mí. Y si la gente, en sus casas, piensa que yo soy un ejemplo, mejor que vea otros videos, porque en los míos no se enseñan cosas buenas. Pa’ eso que pongan National Geographic u otra cosa, pero yo a lo único que me puedo comprometer es a dar entretención y risas. Lo mío no es dejar un mensaje, ni nada.
Dejar la creación de contenido para volver cien por ciento a la música urbana, creo que ya no. De repente estoy haciendo una que otra entrevista a artistas urbanos, de repente cuando vienen artistas internacionales que me gustan y en mis realities incluyo artistas urbanos, pero eso, nomás.
Los artistas urbanos no entienden muy bien lo que es el espectáculo, se enfocan mucho en la música y dan poco espectáculo. No asumen que la música igual es parte de la entretención y también tiene que tener un poquito de farándula, un poquito de chacoteo, un poquito de conflicto, tiraderas, todo eso. Siento que acá está muy musical, y se respeta que los artistas quieran llevarlo de esa manera, pero yo tengo otra forma de ver el espectáculo en general, que incluye la música, y creo que los cantantes no lo han entendido todavía como sí lo hacen en Puerto Rico u otros lados. Acá está fome y creo que yo podría revolucionar eso, pero los artistas no lo entienden.
Lo mejor de ser Diego González es que, gracias al personaje, he podido cumplir sueños, crear contenido que, incluso, hay gente que me ha escrito que le ayuda a salir de la depresión, salir de la volá. Y que te manden esos mensajes es súper llenador. Al igual que poder ser un panorama para las familias en las tardes o en las noches.
Lo peor de ser Diego González es que toda esa maquinaria de contenido, en los tres canales que tengo, recae en un puro nombre: Diego González. Entonces hay que tener cuero de chancho, porque aguantar todo lo que aguanto... creo que cualquier otra persona quizás hasta ya se hubiese matado.
En cinco años más me gustaría estar creando contenidos, ser el dueño de esos contenidos, pero que estén saliendo por plataformas grandes, como Netflix, Amazon. O en la tele si es que se atreven alguna vez, se mojan el poto y dejan de hacer hueás fomes. Me veo con formatos nuevos, siendo como un Mr. Beast chileno, revolucionando el contenido y llegando a otras plataformas. Y si no se puede, en mi mismo canal, porque ya he demostrado que no necesito de nadie, ni de la tele ni de empresarios ni de grandes marcas, para lograr lo que puedo lograr.
Quiero hacer otro reality grande, puede ser un Secreto en el lago III, pero ya con personajes fuertes. Todos los personajes fuertes, algunos que ya han estado en mis realities como el Rene o el Flaitiano, sumar gente de la tele, algún exfutbolista, un cantante ya conocido, y ahí hacer algo grande, un reality que siga la línea de lo que venía. Secreto en el lago II venía ultragrande, después Brasil fue un lujito que me di pero pasaron hartas cosas, y después Secreto en la mansión no funcionó. Entonces necesito hacer uno grande y creo que va a estar a la altura.
He tenido la idea, y la misma gente lo ha pedido también, de hacer un reality que sea cien por ciento Torneo de Cell. Juntar a todos los del torneo en un puro reality, lo que sería bastante peligroso, así que habría que tomar muchos recaudos, tener muchos guardias, que cada uno tenga un contrato de no agresión. Ese reality va a ser de verdad como un Royal Rumble de la lucha libre, pero sería como pa’ sentenciar ya los contenidos, hueón, jajajá. Quiero hacer otras cositas antes, limpiar un poquito mi imagen, porque venimos de mandarnos algunas cagadas, entonces venir con esa bomba... de seguro algo va a pasar. Si no explota la casa, va a salir algún apuñalado o algo, entonces tengo que pensarlo bien y analizar todo, pero creo que en algún momento eso se va a dar.
Si no hubiera sido periodista y creador de contenidos, me hubiera gustado ser futbolista. Porque es lo que me gustaba de chico y creo que cuando chico era muy bueno pa’ la pelota. Tuve el nivel, pero después me dejé estar, como cualquier persona, y nunca intenté ser cadete ni nada, pero de verdad era bueno pa’ la pelota.
¿Un apodo que no se sepa mío? Gogo. Mi hermano chico, cuando era más chico, no decía bien Diego y me decía como Gogo. Así que toda mi familia, si tú vai a un asado, me dice Gogo, Goguito, Goguín. Es como apodo de familia.
Un sueño pendiente de mi vida es tener un hijo, pero sólo lo tendría con una persona. Está un poco complicado, jajajá, pero no imposible.
Mi cábala es rezar, yo cuando rezo como que hablo con Dios a lo amigo. Lo tuteo, le hablo como en confianza, esa es mi forma de rezar. Y siento que Diosito siempre me escucha, una vez cambié el clima. Y otra vez me habían matado una oveja, vi sangre por todos lados, me puse a rezar y apareció la oveja. Entonces han pasado hueás cuáticas. Cuando rezo, siento que me siempre me va bien. Y aun así, uno a veces no es tan agradecido, no se acerca a la iglesia ni nada, o se te olvida agradecer... pero Diosito no falla.
Mi frase favorita es “Déjate de grabar, cámara conchetumare”. Es la frase que dice el Tío Rene siempre, pero puta que sirve, hueón, porque a todos lados que voy, foto, video, y a veces se pierde un poquito la privacidad, pero es parte del juego, nomás.
Trabajé mucho en la fruta, de temporero. Donde vivía en Paine, en el verano, cuando querís ganar lucas, las únicas pegas eran esas. Trabajé en todas las frutas que te podái imaginar. Vendí sandías, trabajé en un packing. Siempre relacionado a la fruta.
Gasté mi primer sueldo en salir de vacaciones con mis mejores amigos.
Escucho sólo reggaetón. Reggaetón antiguo, reggaetón chileno, maleanteo, perreo. Mis ídolos son Héctor El Father, Jowell & Randy, Almighty, Arcángel, Daddy Yankee antes que se pusiera más comercial.
Lloré con Hachiko y con El Rey León. Lloraba mucho cuando chico, me imaginaba a mi papá siendo Mufasa.
La única serie que me ha gustado en la vida ha sido Espartaco. La he visto dos veces ya. Pero el resto, no, no logro engancharme de nada. Prefiero a veces ver El chavo del 8 o a Gokú, cosas que me transportan a mi infancia y me relajan. Aunque tampoco les presto mucha atención, porque estoy siempre con el celu.
Mi mayor miedo es morirme. Le tengo miedo a la muerte. Le tengo más miedo incluso que se muera un familiar cercano. La muerte más fuerte que he vivido alrededor mío ha sido la de una perrita, que era como una hija pa’ mí, pero gracias a Dios no se han muerto mis papás, ni un abuelo. Una vez se me murió una sobrina... pero no alcanzó a nacer. No me ha tocado una muerte del círculo más cercano y eso me da terror. Y mi muerte igual, yo presiento que voy a morir joven.
Si pudiera tener un superpoder me gustaría volar. Yo creo que en algún momento se va a poder. Y ser invisible sería muy bueno, pa’ poder darte cuenta de los traicioneros —antes de que te traicionen— y escuchar lo que la gente dice cuando ve tus videos, ¿cachái?
Mi comida favorita es la lasaña. Después la cazuela y las papas fritas con carne.
Copete favorito: el Tropical Gin.
¿Un placer culpable? Recaer y volver con mi ex, jajajajá.
No creo en el horóscopo, no leo nada. Soy virgo, dicen que es un buen signo, pero pa’ mí si hay una persona buena o mala, lo va a ser independiente del signo que le haya tocado.
Si pudiera invitar a tres famosos de toda la historia a un reality, sería a Michael Jackson, Diego Maradona y Jesús. A Michael Jackson por su grandeza, uno de los más grandes de la historia, además que es intrigante su personalidad, porque no sabís si es bueno, si es malo, si le gustan los niños, si es hueco. Por otro lado tiene talento de sobra... no sabís qué hueá es Michael Jackson, pero es demasiado grande. A Maradona porque era ídolo en el fútbol y afuera también, las cosas que decía. Chistoso, loco, lanzado. Tiene todo el perfil de ser un personaje de reality de Diego González. Y a Jesús. Resucitaría a Jesús, lo pondría junto a Maradona, junto al Tío Rene, y me gustaría ver qué opina de esta locura. Lo pondría con las actrices porno, me gustaría ver si se calienta o si es tan santo como dicen. En verdad pa’ conocerlo, hueón, es el personaje más grande que ha habido.
Diego González es un hueón loco, con imaginación, creativo y buena persona. Aunque no lo crean.
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