¡3 Fiu bebés! Así fue el más tierno encuentro con polluelos de sietecolores

El más tierno encuentro con polluelos de siete colores. FOTO: Susana Joost
El más tierno encuentro con polluelos de siete colores. FOTO: Susana Joost

En medio de la fiebre de los Juegos Panamericanos, como mascota oficial, este pájaro nativo de los humedales chilenos se ha vuelto muy popular. Ahora, una fotógrafa vivió un especial momento con tres pequeños: “Fue emocionante y muy bonito verlos”.

“Demasiado tiernos”, expresa Susana Joost (61), aficionada fotógrafa que el domingo 29 de octubre se levantó temprano para, con gran fortuna, toparse con una inesperada escena protagonizada por tres pequeños sietecolores.

Se trata de la colorida y vistosa ave nativa de Chile, emblemático residente de los humedales, que estas semanas ha saltado a la palestra pública al ser inmortalizada por “Fiu”, la mascota oficial de los Juegos Panamericanos 2023.

A eso de las 8:40 de la mañana, ella andaba junto a una treintena de personas de la comunidad “Rayados por las fotos”, guiados por el fotógrafo Cristian Larrere. Recorrían el Parque Humedal Los Batros, ubicado en San Pedro de La Paz, Región de Biobío, en busca de otros pajarillos locales, los trabajadores, “porque están bien escondidos”, comenta a La Cuarta y hace alusión a otro plumífero con el que suele interactuar.

Tres polluelos de sietecolores apretujados entre los juncos. FOTO: Susana Joost
Tres polluelos de sietecolores apretujados entre los juncos. FOTO: Susana Joost

“Me adelanté un poco y, de repente, vi entre los juncos que revoloteaban harto, unos sietecolores”, relata. “Me acerqué, acomodé y empecé a mirar: andaban tres polluelos”, por lo que se quedó mirándolos y sacándoles fotos durante dos o tres minutos. “En eso se pusieron justo ahí en un junco, los tres”, asegura sobre la suerte que le permitió tomarle las mejores postales.

“Fue emocionante y muy bonito verlos, porque era difícil encontrar tres, y juntos, y polluelos más encima”, expresa quien el día antes había logrado sacarle fotos a dos adultos de esta especie. “Y pensé, en broma, ‘voy a ir por los tres’”, admite. “Y se dio”.

Los dos adultos de sietecolores fotografiados el día antes. FOTO: Susana Joost
Los dos adultos de sietecolores fotografiados el día antes. FOTO: Susana Joost

El valor del encuentro

Pablo Maass, quien es fotógrafo de aves y parte de las agrupaciones medioambientales de Brisa del Sol y Pajareros Biobío, destaca sobre el encuentro que “la suerte de poder ver tres polluelos, en un sólo junco, es tremenda, ya que es un ave que siempre se está moviendo, con movimientos rápidos y cortos, entre los juncos”.

Durante la primavera, entre septiembre, octubre y noviembre, los adultos arman los nidos entre los juncos, “formando estructuras cónicas casi perfectas”, precisa Pablo a La Cuarta. Por lo tanto, “según hemos podido ver en nuestras salidas, ya los primeros polluelos están empezando a mostrarse y sus padres son los responsables de su alimentación y cuidado”.

La fotógrafa estuvo unos dos o tres minutos observándolos. FOTO: Susana Joost
La fotógrafa estuvo unos dos o tres minutos observándolos. FOTO: Susana Joost

“Salta de junco en junco, y a menudo se posa con la cabeza hacia abajo, cerca del agua, mientras busca insectos”, describe sobre la rutina de este pajarito regordete la naturalista Sharon Chester, en su guía de Flora y Fauna de Chile.

Susana, oriunda de la Región de Los Lagos, cuenta que antes había visto sietecolores en Llanquihue y Puerto Octay. “Pero bien difícil sacarles foto, salieron medias malitas”, admite.

Los peligros de Fiu

La fotógrafa también manifiesta su preocupación, porque mientras recorrían el humedal “habían muchos animales (introducidos), por lo menos seis caballos, vacas, perros, basura y hasta un corral”, lo que le parece relevante “sobre todo ahora que las aves andan con sus polluelos”, remarca a modo de tirón de orejas. “Deberían tratar de poner más cuidados”.

Pablo, de hecho, coincide en ese punto, porque Los Batros “es parte de los humedales que están en las cercanías del río Biobío y que ha sufrido la disminución de su tamaño, por distintas obras como carreteras, puentes, industriales y viviendas”, advierte sobre el hábitat de esta tierna especie.

A este pájaro se lo puede encontrar entre los juncos y totoras en las orillas de los humedales que van desde la región de Atacama hasta Aysén y, según la guía de los ornitólogos Pedro Pablo Rosso y Jaime Álvarez, la probabilidad de verlo en estos ecosistemas es “alta”.

Susana Joost en el humedal donde fotografió a los tres pajarillos.
Susana Joost en el humedal donde fotografió a los tres pajarillos.

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