Azafatas revelan las cosas más perturbadoras que han visto a bordo de un avión

Desde individuos masturbándose hasta contrabando de personas muertas: descubre el lado menos agradable de trabajar atendiendo pasajeros a miles de metros de altura y que probablemente desconocías.

Aunque para muchos viajar es una experiencia placentera, no todos disfrutan tener que subirse a un avión.

Desde el clásico miedo a las alturas, compartir asiento con un extraño que ronca demasiado o niños pateando el respaldo de tu silla son algunos de los inconvenientes más típicos.

Pero un grupo de azafatas y auxiliares de vuelo compartieron algunas de las cosas más perturbadoras que han visto hacer a pasajeros y hace que cualquiera de los puntos antes mencionados parezcan fáciles de tratar.

Según indica el reportaje del Daily Mail, una azafata admitió haber visto a un hombre o una mujer iniciar un acto sexual explícito mientras estaba de servicio.

"Un vez tuve una persona (pasajero) que le dio a su esposo un trabajo manual durante un vuelo nocturno", explicó ella. "Las luces de la cabina estaban apagadas, pero tenían su luz del techo encendida y me molestó".

Otras admitieron haber visto gente tratando de masturbarse detrás de revistas. Pero tampoco faltan los degenerados que lo hacen a plena vista, con la intención de atraer la atención de otros o acosar a chicas jóvenes.

Un hombre admitió haber visto a un pasajero casi "bajarse los pantalones" y pedirle a una de las azafatas que lo ayudara con "su problema".

Cadáveres y niños revoltosos

Otra azafata recordó cómo en un vuelo dos padres se durmieron y dejaron que sus tres hijos salieran corriendo por todo el avión. Uno de ellos tenía un pañal casi "desbordante" de heces. Por lo que tuvo que pedirles que le cambiaran el pañal de inmediato.

Tampoco faltan los que se comen el almuerzo de otros pasajeros de forma totalmente descarada. 

Pero lo más sorprendente de todo fue una historia transmitida por un auxiliar de cabina que trabajó durante la década de 1970 y que una vez tuvo un "pasajero adicional" a bordo durante un vuelo a Nueva York.

Los pasajeros de esa época a menudo traían bolsas grandes de material firme, diseñadas para almacenar cosas pesadas, que solían guardarse en el armario del avión.

Cuando decidieron revisarla, motivados por sus sospechas, descubrieron que al interior de la bolsa se encontraba un "pasajero" extra. Solo que no era una persona viva, sino un cadáver.

"Aparentemente, querían enterrar a la abuela en Nueva York", explicó.

¿Y si alguien se muere en pleno vuelo?

Según comentó una auxiliar de vuelo al portal Quora, ellos "nunca anuncian" si alguien se ha muerto a bordo. Solo se hace cuando aterriza la nave.

Por lo que muchos han viajado junto a personas muertas sin saberlo o pensando que se encuentran dormidas.

En un caso demasiado evidente, lo que se hace es cubrir al muerto con una manta para "mantener la dignidad y el respeto hacia alguien que ha fallecido, puesto que no es agradable que toda la gente le mire".

No obstante, no existe un protocolo de actuación único. Por ejemplo, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo recomienda sentar al muerto en la parte de la aeronave donde hay menos pasajeros.

Y, si no es posible, podría ser trasladado a la cocina o incluso a primera clase.

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