Jair Bolsonaro, el Presidente que eligió Brasil

De origen italiano y de 63 años de edad, el nuevo Mandatario de Brasil logró conectar con figuras tan importantes como los futbolistas Ronaldinho, Neymar y Rivaldo o el cantante Gusttavo Lima. Gracias a un discurso homofóbico, misógino y enfocado en el combate contra la corrupción, será, desde hoy, quien comande al país más grande de Sudamérica por un periodo de cuatro años.

Brasil tiene nuevo Presidente. Luego de una destitución, un exmandatario en cárcel y uno de los casos de corrupción más grandes de la historia del país tropical -Lava Jato-, los brasileños tienen a su nuevo Jefe de Estado.

Nacido en medio de una familia de origen italiano, con un padre que le colocó Jair Messias -en honor a un jugador de Palmeiras-, de religión evangélica, de pasado militar y defensor de la dictadura militar encabezada por Joao Goulart, Bolsonaro guiará la suerte de Brasil por un periodo de cuatro años.

El candidato del Partido Social Liberal (PSL) logró el triunfo con un 55,7% de los votos de la segunda vuelta realizada este 28 de octubre, sacándole 11,4 puntos de diferencia a su rival, Fernando Haddad, del Partido Trabajador (PT), con un total de 88,4% de urnas revisadas.

Sin embargo, el camino hacia la presidencia fue una ruta que se logró en base a una tragedia. Si para el mundo el nombre de Jair Bolsonaro no sonaba para nada hace un mes y medio, el 7 de septiembre se transformó en un hecho trascendental. Ese día, el actual Mandatario fue agredido por una puñalada en su abdomen, cuando se encontraba en una manifestación de campaña en el estado de Minas Gerais.

Las palabras de su hijo, Flávio Bolsonaro, al otro día, fueron claras y reveladoras sobre el rumbo que tomaría su padre en Brasil y en el mundo entero: "un recado para esos bandidos que intentaron arruinar la vida de un padre de familia: acaban de elegir al Presidente".

De allí en adelante, Bolsonaro agarró vuelo y sus rivales no fueron capaces de imponerse; el candidato ultraderechista mostraba, en base al ataque perpetrado en su contra, los vicios que han tenido en vilo a los casi 210 millones de habitantes: la seguridad y la violencia.

Contra los gays, las mujeres y la corrupción

Con esta elección, no solo se ratifica lo que la primera vuelta, realizada el 7 de octubre, manifestó, sino que además pone en relieve la llegada del discurso ejercido por el candidato del PSL.

Bolsonaro destacó en toda su campaña, y a lo largo de su carrera política, su disgusto con los homosexuales; "sería incapaz de amar a un hijo homosexual", y agregó que preferiría que "muera en un accidente a que aparezca con un hombre con bigote por ahí".

También ha destacado por su misoginia. "No te voy a violar porque no te lo mereces", le dijo a la diputada Maria do Rosário (PT) en medio de un hemiciclo, generando un malestar generalizado en las mujeres brasileñas, quienes han sido un constante punto de desencuentro a su postura política y su postulación a la presidencia.

No obstante, además de estos temas, lo que también ha destacado en su ideario es su enfrentamiento -mediante palabras de origen militar- a la corrupción.

Desde que se destapó el caso Lava Jato, la política brasileña ha caído en sus estándares de probidad y confianza en la población, en especial el Partido Trabajador, que encabeza Lula da Silva -en prisión- y Dilma Rousseff, expresidentes de la nación tropical.

"Soy una amenaza para los corruptos", comentó Bolsonaro y que sumó que la corrupción "es una plaga que saca la comida de la mesa". Aquello ha resultado vital para que personas tan importantes en la cultura brasileña como lo son los futbolistas Ronaldinho, Neymar y Rivaldo muestren un total apoyo a sus políticas. También lo hace el reconocido músico Gusttavo Lima.

Aunque otros artistas como Madonna y Dua Lipa, en el plano internacional, y el exfutbolista brasileño Juninho Pernambucano han manifestado explícitamente su disgusto contra Bolsonaro y sus medidas y discursos.

El vínculo de Bolsonaro con Chile

Al igual que todo Latinoamérica, estas elecciones no han dejado a nadie indiferente, en el mundo de la política. La amenaza primaria que constituía Jair Bolsonaro, se transformó en realidad, y con ello algunos chilenos ven con buenos ojos lo que acaba de pasar.

Uno de esos es José Antonio Kast, quien desde el primer momento declaró su admiración y fervor a la idea de que Bolsonaro llegase al poder brasileño. "Representa la esperanza de Brasil", tuiteó en septiembre de este año, y cuando triunfó en primera vuelta se reunió con él y le obsequió una camiseta de la selección chilena.

Otra que lo imitó fue la presidenta de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Jacqueline Van Rysselberghe, quien también viajó a visitar a Bolsonaro en el periodo entre la primera y segunda vuelta.

Allí, el actual Presidente, declaró su admiración por Sebastián Piñera y agregó que le gustaba desde "su primer mandato".

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