Un depredador sexual llamado Jimmy Savile: la estrella de la TV que murió en total impunidad

Jimmy Savile.
Jimmy Savile.

Durante la segunda mitad del siglo XX, este hombre se respaldó en su fama e influencias para perpetrar cientos de delitos que apenas le implicaron unos cuantos rasguños en vida. Netflix estrenó un documental de su historia.

—No hablarás de esto. Nadie te creerá. Soy Jimmy Savile —. Esas palabras le habría dicho a una joven de 16 años tras abusar de ella.

Y podría decirse que tuvo razón.

Jimmy Savile fue una superestrella en Inglaterra, primer lugar en radio y TV, el mismo que llegó a recibir más de dos mil cartas diarias, se convirtió en concejero del Príncipe Carlos y fue nombrado Caballero por la mismísima Reina Isabel. Con 85 años, murió en octubre del 2011, dejando una millonaria herencia que incluyó propiedades y carros de lujo, en la más completa impunidad.

Solo aquel hito permitió que salieran a flote las atrocidades que protagonizó este DJ, presentador de tele y supuesto filántropo. El poder que lo protegía había impedido que, durante décadas, salieran a la la luz más de 400 denuncias por abuso a menores, violaciones y pedofilia. No tenía ningún límite, tus víctimas ponían tener ocho o 75 años.

Jimmy Savile recibe el cariño de la gente.
Jimmy Savile recibe el cariño de la gente.

Savile, que recibió los honores dignos de un hombre de Estado cuando murió, operaba usando la fama como su máximo aliado, una imagen formada en torno a supuestas buenas intenciones, según se puede ver en el documental de Netflix Jimmy Savile: A British Horror Story, que consta de dos capítulos y fue estrenado hace unas semanas.

Los crímenes

Algunos hitos que lo llevaron a la cima fue ser uno de los primeros DJs en utilizar dos bandejas para empalmar canciones, ser el conductor del mítico programa británico Top of The Tops y protagonizar Jimmy’ ll Fix It, espacio de tele que cumplía los sueños más disparatados de niños.

El éxito de este último fue tal que, en algún momento, le llegó una petición para ayudar a un centro de rehabilitación de pacientes con lesiones en la médula espinal. La campaña tuvo un gran resultado y Savile encontró un nicho desde el cual podía hacer beneficencia con hospitales, geriátricos, instituciones mentales y escuelas. Sin embargo, estas instituciones también se convertirían en el lugar donde ejecutaría sus seriales e impunes aberraciones.

Si bien en algún momento comenzaron a surgir rumores, las veces que se le hicieron preguntas al respecto, Savile respondía desafiante, como si se supiera intocable. Se justificaba diciendo que no tenía PC porque “si no tengo computadora, nadie puede decir que bajo pornografía infantil”.

Jimmy Savile disfruta de uno de sus homenajes.
Jimmy Savile disfruta de uno de sus homenajes.

Se llevaba niñas y adolescentes de los colegios y orfanatos que visitaba como si fuera su padrino; promocionaba sus tareas como voluntario en hospitales mentales mientras abusaba de las pacientes; incluso llegó a tener cargos honoríficos en instituciones que le facilitaban una oficina, donde podía efectuar sus vejaciones. Es más, en un recinto se jactó ante el personal de sus prácticas en la morgue, usando los cuerpos para montar escenas sexuales y sacar fotos.

Al escucharse la voz de una denuncia, contaba con un caro equipo de abogados listo para desacreditar a la víctima.

Un año después de su muerte, alguien anónimamente destruyó la tumba de Savile, dejándola desnuda y arrancando la lápida de mármol que habían instalado, hace solo unas semanas, con un cómico epitafio que hoy resulta macabro: “Fue bueno mientras duró”.

Revisa acá el tráiler

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