Acomplejado de tenerla muy grande... busca mujer que no se arranque

Doctor:

Perdone la molestia, pero tengo así el tremendo problema de vida. Me cuentan que desde que nací mi papá inflaba el pecho porque su último hijo, o sea yo, sería el más prominente de la familia, el con más nariz, con la gamba más grande y usted se debe imaginar de qué escribo.

Bueno, fue verdad, por desgracia, la tremenda maldición que debo llevar a cuestas me ha alejado de muchas mujeres. ¡Es que no se atreven conmigo! Es rico para presumir con los amigos, que hablen de guasca y esas cosas, pero es sólo eso. Ando en busca de una dama que tenga comprensión y no se asuste, aunque sea para puros besos.

LUIS

Luchito:

Tremendo drama que se debe gastar. Tan grande como para que las hembras lo vean, lo midan y digan ¡paso! Pero no se ahogue en un vaso de agua, mijo, ya que en la vida no todo es penca.

Es verdad que un miembro viril muy prominente puede ser dificultoso de administrar en el ring de cuatro perillas, pero en la vida todo tiene solución.

Lo primero es que debe seguir a la pata la biblia de la conquista: tierno, suave y, como el ritmo de moda, despacito. Recuerde que aunque fuere un muñeco iñipiñi, la idea no es llegar y saltar al abordaje, porque igual va a molestar y doler.

Así es que ya sabe, nada de desenvainar el sable y dar mandobles. No. La idea es que use bien la varita, suave y con amor, buena voluntad y genialidad se pueden abrir hasta las defensas más cerradas, sino, pregúntele a Alexis que se cansa de hacer goles bonitos.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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